Jordania fue escenario el miércoles de nuevas manifestaciones y huelgas un día después del anuncio de un alza de los precios del combustible, que ya provocó disturbios con ataques contra la policía y la casa del primer ministro.
Este súbito aumento, que entró en vigor por la noche, suscitó la condena de los Hermanos Musulmanes, principal fuerza de la oposición, que advirtieron sobre un movimiento de "desobediencia civil".
La policía tuvo que usar gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar una manifestación ante la casa del Primer ministro en Salt, su ciudad natal.
Según fuentes oficiales, las manifestaciones durante la noche del martes al miércoles dejaron 14 heridos, entre ellos 10 policías, tras el ataque de una muchedumbre encolerizada contra una comisaría de policía en Irbid (norte) y contra inmuebles gubernamentales en Salt, al oeste de Amman.
Estos incidentes se producen tras el aumento del precio de gasolina (0,78 euros a 0,88 euros) y de la bombona de gas doméstico, que aumentó un 53%.AFP