Reuters).- La floreciente rivalidad entre Novak Djokovic y Andy Murray tendrá un nuevo episodio el domingo, cuando los dos hombres fuertes del tenis mundial se enfrenten el domingo en la final del Abierto de Australia.
Aunque son buenos amigos fuera de la cancha desde su etapa como juveniles, los dos tenistas de 25 años luchan sin cuartel una vez que cruzan las líneas blancas y están acostumbrados a enfrentarse en exigentes duelos de cinco sets en Grand Slams.
El británico Murray perdió una batalla de cerca de cinco horas en semifinales contra el posterior campeón Djokovic el año pasado, pero le devolvió la derrota en la final del Abierto de Estados Unidos en su primer título de grand slam.
“Espero que sea un partido duro porque supondrá que es un buen partido”, declaró Murray en la pista central después de derrotar a Roger Federer en cinco sets en las semifinales.
“Teniendo en cuenta nuestro últimos seis o siete encuentros, estos siempre han sido partidos largos, físicamente muy exigentes, que se han ido a tres sets y a cinco en los grand slams”, declaró el número uno del mundo a la prensa.El bicampeón y defensor del título Djokovic, que jugó la final más larga de la historia de un grand slam el año pasado contra Rafa Nadal, también se aceptó que tendría que hacer un duro esfuerzo para poder lograr su tercer título consecutivo en Melbourne Park.
“Así que deseo que podamos esperar que algo similar ocurra, estoy listo para eso”.
Los dos tienen la oportunidad de escribir su nombre en los libros de historia.
Djokovic intentará ser el primer hombre desde que el tenis se hizo profesional en 1969 en ganar tres Abiertos de Australia consecutivos.
El tercer cabeza de serie Murray, que derrotó a Djokovic en el Abierto de Estados Unidos para lograr su esperado primer grand slam, tiene la oportunidad de convertirse en el primer hombre en la era profesional en ganar un segundo grand slam inmediatamente después del primero.
Los aficionados pasaron mucho tiempo asistiendo a la rivalidad entre Roger Federer y Rafa Nadal, que dominó el tenis masculino durante la mayor parte de la década pasada.
Pero antes las dudas que están generando las maltrechas rodillas de Nadal y el lento languidecer de la brillante carrera de Federer, Djokovic y Murray han tomado el testimonio y parecen preparados para llevarlo durante los próximos años.