El ataque tuvo lugar inmediatamente después de la visita relámpago del presidente francés, François Hollande, a la capital maliense Bamako y a la localidad septentrional de Tombuctú, uno de los bastiones de los radicales.
En esa última ciudad, liberada esta semana por tropas francesas y malienses del control de grupos yihadistas, Hollande ya había declarado que los combates aún no habían terminado y advertido que "los grupos terroristas han sido debilitados, han sufrido grandes pérdidas, pero no han desaparecido".
EFE