EFE).- La Juventus se mostró hoy superior al Celtic a domicilio en la ida de los octavos de la Liga de Campeones y firmó una goleada (0-3) que deja prácticamente sentenciado su paso a la siguiente fase.
El italiano Alessandro Matri retiró en el minuto tres del partido las esperanzas de los locales de dar la sorpresa, tras lo cual la Juve se resguardó en su área y esperó a que llegaran nuevas oportunidades, que se concretaron en el tramo final del duelo.
Con el Celtic lanzado al ataque para tratar de salvar la eliminatoria, los italianos no perdonaron al contragolpe: el italiano Claudio Marchisio remató el duelo en el 77 y el montenegrino Mirko Vucinic puso la puntilla a los de Neil Lennon en el 83.
Los más de 60.000 asientos del Celtic Park volvían a estar repletos esta noche para presenciar el regreso a una eliminatoria de la máxima competición europea en cinco años del Celtic, que en noviembre hizo una declaración de intenciones en su estadio al ganar al FC Barcelona por 2-1 en la fase de grupos.
El ambiente era denso esta en Glasgow y estaba preparado para ponerle las cosas difíciles a los italianos, pero la Juve, acostumbrada a cualquier tipo de presión, arrojó un jarro de agua fría a los escoceses nada mas comenzar el duelo.
Cuando corría el minuto tres y los últimos espectadores acababan de tomar asiento, el defensa nigeriano Efetobore “Efe” Ambrose vio como un pase largo desde la zona izquierda del medio campo pasaba por encima de su cabeza y llegaba, ya en el interior del área, a las botas de Matri.
El atacante italiano superó con un tiro raso al portero Fraser Forster, recién recuperado de una lesión en el cuello: un defensa sacó el balón recién pasada la línea de gol y tuvo que llegar Marchisio para rematar, por precaución, la jugada, si bien el árbitro español Alberto Undiano Mallenco concedió el tanto a Matri.
El mazazo de los italianos nada más comenzar el partido destripaba el plan de Lennon, que esperaba sacar un buen resultado del Celtic Park para tratar de dar la sorpresa en Turín, pero que ahora veía el acceso hacia los cuartos de final como un camino aún más angosto para el Celtic.
La Juventus, además, aprovechó la ventaja en el marcador para encerrarse en su campo y ceder el balón a los locales, que se debatían entre aplicar la prudencia ante el líder del Calcio o bien lanzarse al ataque para tratar de darle la vuelta al partido, con los riesgos defensivos que eso conlleva.
Los escoceses optaron por dejar retrasados a dos jugadores de contención y movilizar al resto del equipo hacia el campo de la Juve, que se agolpaba en el primer tercio del terreno de juego, si bien la táctica no daba frutos y a medida que avanzaba el primer tiempo Lennon se desesperaba en la banda.
La tensión convirtió el partido en un duelo bronco, plagado de faltas y empujones, y con el público del Celtic Park tratando de añadir presión al árbitro y a los italianos.
La segunda parte no trajo novedades, y los visitantes, de riguroso negro, despejaban una y otra vez cualquier acercamiento de los locales, cada vez más ansiosos por encontrar, al menos, el empate.
Sin recursos para poner en aprietos al arquero Gianluigi Buffon, el Celtic terminó pagando su exceso de empuje hacia el área rival, y fue víctima, como quizás había temido Lennon, de un contragolpe letal de la Juve a poco más de diez minutos para el final.
La contra fue como un latigazo: en tres rápidos pases el balón era de Marchisio,que recortó al último defensa ya dentro del área y asestó un tiro que dejaba a los escoceses casi sin opciones en la competición.
El tanto abatió a los locales, incapaces ya de contener a su rival, y pocos minutos después el mismo Marchisio recuperó un balón cerca del área de Forster para que el montenegrino Mirko Vucinic añadiera un último gol a un marcador que deja definida la eliminatoria, salvo milagro en Turín el próximo 6 de marzo.
