Entre los recuerdos de la niñez quedaron aquellas vivencias de mojar a la gente que se topaban en el camino. En algunos casos no habían límites de maldad, pues hasta las señoras mayores eran bañadas con agua, harina o huevo. Un juego que quedó rezagado con el tiempo.
Actualmente son muy pocos los niños y adolescentes los que retoman los pequeños globos de colores para apuntar con suerte su objetivo; y es que el Carnaval inspira agua, playa y sonrisas.
Sin embargo, esa travesura podría salir muy cara, ya que en la ciudad de Maracaibo fueron dictaminadas algunas ordenanzas de convivencia ciudadana en la que es sancionado el desperdicio del agua, que dependiendo del caso podría ser hasta 10 unidades tributarias, trabajo comunitario y la obligación de asistencia a talleres sobre la convivencia ciudadana.
Alejandro Querales, director de Polimaracaibo comentó que en este año todo transcurre en un ambiente de civismo. No se han reportado accidentes, ni denuncias en la ciudad. “Las actividades han estado calmadas. Esta cultura está muy arraigada en las comunidades; sin embargo hasta ahora no se manejan reportes de botes de agua indiscriminados”.
El llamado es a cuidar el agua. Es por eso que la Policía de Maracaibo estará en las calles vigilando que no se bote este vital líquido.
Con información de La Verdad