La captación por el observatorio espacial Herschel de una fusión inusual entre dos constelaciones podría resolver la incógnita de cómo se formaron las grandes galaxias "pasivas" en el Universo primigenio.
La Agencia Espacial Europea (ESA) explicó, en un comunicado, que las observaciones de Herschelpermiten establecer que esas galaxias elípticas no se crean por una fusión gravitatoria de otras más pequeñas, como se creía hasta hace una década.
La razón es que el observatorio espacial ha capturado el inicio de la fusión entre dos galaxias espiral, de características similares a la Vía Láctea, que podría haber dado lugar a una gran galaxia elíptica.
Esa fusión fue identificada inicialmente como una única fuente y bautizada como HXMM01. Sin embargo, un estudio más detallado desveló que se trataba de dos galaxias, cada una con una masa estelar equivalente a 100.000 veces el Sol y con una cantidad de gas del mismo orden.
"Este monstruoso sistema de galaxias en interacción es la fábrica de estrellas más eficiente jamás detectada en el Universo primitivo, cuando éste apenas tenía 3.000 millones de años", explicó Hai Fu, el autor del informe, publicado en la revista Nature.
El comienzo del encuentro galáctico ha desencadenado una "frenética actividad" de formación de estrellas, con un ritmo equivalente a 2.000 anuales, con las propiedades del Sol.
"Esta fusión nos ayudará a perfeccionar los modelos actuales que describen la formación y evolución de las galaxias", declaró el coautor de la publicación, Asantha Cooray.
No obstante, los científicos puntualizaron que el sistema terminará agotando sus reservas de gas, deteniendo la producción y convirtiéndose en una población envejecida de estrellas "rojas, frías y de baja masa".
El equipo de Hai calcula que HXMM01 tardará 200 millones de años en convertir todo su gas en estrellas, mientras que el proceso de fusión tardará unos mil millones de años en completarse.
El resultado final, señalaron, será una galaxia elíptica masiva, roja y muerta, con unos 400.000 millones de masas solares.
EFE