Durante el invierno las consultas médicas son más frecuentes debido al incremento de enfermedades respiratorias, sobre todo en niños y adultos mayores. Muchos de estos casos requieren internamiento por la gravedad del padecimiento.
Los principales factores que desencadenan estos males están asociados con los cambios de temperatura y malos hábitos de higiene, como no lavarse las manos.
La forma más efectiva de contrarrestar las enfermedades respiratorias es vacunándose anualmente contra la influenza estacional. Es anual porque las cepas del virus contra la influenza mutan cada año. Con la vacunación también se disminuye el riesgo de desarrollar asma y la temible neumonía.
La vacunación contra la influenza estacional está dirigida, en especial a los niños sanos de 7 meses a 3 años de edad; y a los niños mayores de 3 años que tengan alguna enfermedad crónica de riesgo, como asma, fibrosis quística, afecciones al riñón, diabetes o estado de inmunodeficiencia.
Al grupo poblacional de adultos mayores de 60 años, la vacunación contra la influenza debe realizarse previa evaluación médica, sobre todo si se tiene un diagnóstico confirmado de enfermedad crónica.
Si tiene tos o estornudos, recuerde cubrirse la boca con el antebrazo o use pañuelos desechables para evitar el contagio de estas enfermedades. Aliméntese de manera saludable y evite automedicarse. No deje que el invierno lo sorprenda.
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