El diario zuliano La Verdad publicó un análisis en el que da cuenta de la importancia de la relación comercial entre Venezuela y Colombia, y las consecuencias negativas que se producirían en caso de que se intensifique el impasse diplomático entre los gobiernos, luego de que Henrique Capriles se reuniera con el presidente del vecino país.
A continuación el artículo completo:
En los primeros cuatro meses del año el intercambio comercial entre Colombia y Venezuela estuvo por encima de los 800 milllones de dólares, donde Bogotá se llevó la mayor parte del beneficio económico: unos 742 millones de dólares, de acuerdo con las cifras de la Cámara Venezolano Colombiana (Cavecol). Sin embargo, en la práctica son los venezolanos los mayores interesados en mantener la buena relación comercial, pues de ese país se importa ganado, carne congelada, leche, quesos, huevos, papas, café y hasta productos de confitería.Esta situación puede cambiar, de mantenerse la amenaza oficial de limitar las relaciones tras el impasse diplomático que se generó por el resquemor que sembró en Miraflores la reunión que el ex candidato Henrique Capriles Radonski tuvo la pasada semana con el presidente colombiano Juan Manuel Santos.“Queremos muy buenas relaciones con Colombia, y nosotros estamos evaluando como reconfigurar esas relaciones, pero tienen que ser sobre la base de principios estrictos de respeto a la vida privada de cada país, y los problemas que surjan (resolverlos) con comunicación permanente”, dijo el presidente Nicolás Maduro, quien dio instrucciones al canciller Elías Jaua para que aupara la solución a la crisis.En Cavecol lo que aspiran es que se reactive el comercio bilateral,pues afirman que en el último periodo se ha debilitado por limitaciones en el flujo de divisas ante la eliminación del Sitme y la lentitud del Sicad. Antes del impasse diplomático que desató la reunión entre Santos y Capriles, el presidente del gremio, Luis Alberto Russián, mantenía la expectativa ante el anuncio que se había hecho de establecer un diálogo entre el Ejecutivo nacional y el sector privado: “la relación entre Venezuela y Colombia esté basada en economías complementarias”.La reacción de Maduro tras la reunión de Capriles recordó la tirantez de las relaciones entre Bogotá y Caracas durante la administración del fallecido Hugo Chávez. El momento más delicado, sin embargo, ocurrió en 2008, cuando Miraflores decidió romper relaciones con la Casa de Nariño por solidaridad con Ecuador luego que el ejército colombiano bombardeara un campo de las Farc en ese país. Entre las medidas que se tomó, se afectó el comercio bilateral, pues fue discrecional la compra de bienes y el intercambio comercial cayó hasta un mínimo de 1.400 millones de dólares en 2010.La oposición venezolana rechaza la actitud del gobierno de Maduro. “Es una expresión más de discriminación política violatoria de los derechos humanos, en la que el gobierno de Venezuela intenta incluso imponer pautas a otras naciones amigas sobre la calificación de los actores políticos venezolanos. Capriles es el líder de la oposición democrática, no es ni un asesino, ni un fascista, ni mucho menos un golpista, como pretende imponerle Miraflores al Palacio de Nariño y al parlamento de Colombia”, criticó públicamente el diputado Miguel Ángel Rodríguez, justo representante al Parlamento por el fronterizo estado Táchira.Aunque por encima del tema político, Colombia puede servir de salvavidas a Venezuela en medio de la crisis de abastecimiento actual. Lo saben en el gobierno de Santos, pues su ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, declaró la semana pasada que están dispuestos a exportar toda la cantidad de alimentos que necesitara el país: “Se habla de un déficit en materia de alimentos (…) tenemos una industria que puede producir todo lo que Venezuela necesite”.Lo único que pide Colombia, así como Cavecol, es que se garantice el pago oportuno de la mercancía. “Para que de ese forma pueda haber confianza”, aclaró Cárdenas. Ya Nariño planteó la posibilidad de que alguno de sus representantes del Gabinete Económico viaje a Caracas para reunirse con Maduro, con la idea de estrechar lazos en materia económica.La frontera
El diputado tachirense Homero Ruiz, integrante del partido Copei, teme que un posible debilitamiento de las relaciones bilaterales afecte a los habitantes de la frontera. “Ya nosotros hemos vivido esta situación en el pasado reciente y lo único que nos dejó fue la pérdida de más de 60 mil puestos de trabajo”, advierte. Recuerda que Venezuela se ha convertido en un país que requiere importar más de 70% de los productos que consume, por lo que está convencido de que no se puede dar el lujo de bloquear el comercio entre Bogotá y Caracas.