Los partidarios del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi hicieron el domingo un llamado a nuevas manifestaciones en Egipto, cuando expira un ultimátum lanzado por las autoridades egipcias para que desalojen sus acampadas en dos plazas de El Cairo.
Atrincherados con mujeres y niños, los manifestantes reclaman desde hace más de un mes el retorno al poder del primer presidente egipcio elegido democráticamente, depuesto y detenido por el las Fuerzas Armadas el 3 de julio, tras masivas manifestaciones que reclamaban su dimisión.
El nuevo gobierno provisional aupado por los militares, que ha prometido elecciones para comienzos de 2014, amenaza con desalojar por la fuerza a los partidarios de Mursi de las plazas de Rabaa al Adawiya y Nahda tras la fiesta del fin del ramadán, que termina este domingo por la noche.
En un mes, más de 250 personas, en su mayoría partidarios de Mursi, han muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y con opositores del ex presidente.
La Alianza contra el Golpe de Estado y por la Democracia instó el domingo a sus partidarios a participar en "10 marchas" en toda la capital para "defender la legitimidad de las elecciones".
Este grupo, que organiza las acampadas de Rabaa y Nahda, está dirigido principalmente por los Hermanos Musulmanes, influyente cofradía religiosa a la que pertenece Mursi y que ganó las elecciones legislativas de 2011 tras la caída de Hosni Mubarak.
Los Hermanos Musulmanes, que reiteran su deseo de llevar a cabo manifestaciones pacíficas, reclaman la liberación de Mursi y de los principales dirigentes de la cofradía detenidos desde el 3 de julio, así como la restauración del presidente y de la constitución suspendida por los militares.
Por su parte, el gobierno provisional -que responde al verdadero hombre fuerte del país, el general Abdel Fatah al Sisi, jefe de las Fuerzas Aramdas, ministro de Defensa y viceprimer ministro-, sólo propone a los Hermanos Musulmanes que participen en el proceso electoral de 2014.
Ahmed al Tayyeb, el gran imán de la mezquita y de la universidad de Al Azhar de El Cairo, principal institución sunita del mundo, instó el domingo a la reconciliación nacional y aseguró haber invitado a todas las partes a negociar un compromiso el lunes.
Sin embargo, hay pocas posibilidad de que los Hermanos Musulmanes acepten.
El imán Al Tayyeb se posicionó abiertamente del lado del general Al Sisi el 3 de julio.
Ola de pánico tras un corte de electricidad
Muestra de que la tensión está en su punto máximo y que la intervención de la policía es inminente, un corte de electricidad en el barrio de Rabaa durante la madrugada del domingo provocó una ola de pánico en las redes sociales y en las salas de redacción, algunos anunciaron incluso que el asalto había comenzado.
Se trataba de una falsa alerta.
La policía ha repetido en los últimos días que la evacuación de la plaza Rabaa y Nahda son inminentes.
El gobierno interino acusa a los Hermanos Musulmanes de ser "terroristas", de haber escondido armas automáticas en las dos plazas y de utilizar a mujeres y niños como "escudos humanos".
Los detractores de Mursi le reprochan haber copado todo el poder en favor de su movimiento, los Hermanos Musulmanes, y de haber acabado de arruinar una economía que ya tenía muchas dificultades.
El jueves por la noche, el primer ministro interino Hazem el Beblawi reiteró la amenaza de una intervención de las fuerzas de seguridad para dispersar las dos grandes sentadas en las plazas de El Cairo.
"La situación se está acercando al momento que nosotros preferiríamos evitar", advirtió el jueves el primer ministro interino Hazem el Beblawi.