La deuda pública de Estados Unidos representa actualmente el 73 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país, el doble de la registrada al final de 2007, indicó hoy la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO).
Se trata del mayor nivel de deuda federal desde el período en torno a la Segunda Guerra Mundial.
"Entre 2009 y 2012, el gobierno federal registró los mayores déficit presupuestarios en relación con el tamaño de la economía desde 1946, lo que provocó que la deuda federal se disparase", afirmó en su último informe el CBO, un agencia no partidista.
Pese a que se prevé que la deuda se reduzca ligeramente en los próximos cinco años, hasta el 68 % en 2018, a continuación los cálculos estiman que los costes asociados a los programas de seguridad social, como Medicaid (para los más pobres) o Medicare (para la tercera edad).
De mantenerse las políticas fiscales actuales, el CBO advirtió de que la deuda alcanzaría el 100 % del PIB dentro de 25 años, en 2038.
"A menos que se realicen cambios sustanciales en los principales programas de salud y Seguridad Social, estos absorberán una mucho mayor porción de la producción económica total en el futuro de lo que han hecho en el pasado", subrayó el informe.
Al ritmo actual, el gasto asociado a estos programas pasará de representar un 7 % en los últimos años, a un 14 % en 2038.
Por su parte, el director de la CBO, Doug Elmendorf, subrayó que el fondo de la cuestión es el "mismo del pasado año".
"El presupuesto federal se encuentra en una trayectoria que no puede ser sostenida de manera indefinida", dijo Elmendorf.
El informe se produce apenas a un mes de que se alcance de nuevo el tope de endeudamiento federal de 16,7 billones de dólares, según cifras del Tesoro de EE.UU., lo que se espera que provoque una nueva batalla en un Congreso dividido entre demócratas y republicanos para evitar que el gobierno se tenga que declarar en suspensión parcial de pagos.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ya ha afirmado que no piensa ceder a las presiones de los republicanos quienes exigen aumentar los recortes en el gasto público a cambio de permitir subir el techo de deuda.
"No negociaré sobre si EE.UU. cumple o no su palabra, o hace frente o no a sus obligaciones", dijo Obama en un discurso ayer cuando se cumplían cinco años de la quiebra de Lehman Brothers que desencadenó la crisis financiera de 2008, de la cual la economía de EE.UU. aún se está recuperando.
Se trata del mayor nivel de deuda federal desde el período en torno a la Segunda Guerra Mundial.
"Entre 2009 y 2012, el gobierno federal registró los mayores déficit presupuestarios en relación con el tamaño de la economía desde 1946, lo que provocó que la deuda federal se disparase", afirmó en su último informe el CBO, un agencia no partidista.
Pese a que se prevé que la deuda se reduzca ligeramente en los próximos cinco años, hasta el 68 % en 2018, a continuación los cálculos estiman que los costes asociados a los programas de seguridad social, como Medicaid (para los más pobres) o Medicare (para la tercera edad).
De mantenerse las políticas fiscales actuales, el CBO advirtió de que la deuda alcanzaría el 100 % del PIB dentro de 25 años, en 2038.
"A menos que se realicen cambios sustanciales en los principales programas de salud y Seguridad Social, estos absorberán una mucho mayor porción de la producción económica total en el futuro de lo que han hecho en el pasado", subrayó el informe.
Al ritmo actual, el gasto asociado a estos programas pasará de representar un 7 % en los últimos años, a un 14 % en 2038.
Por su parte, el director de la CBO, Doug Elmendorf, subrayó que el fondo de la cuestión es el "mismo del pasado año".
"El presupuesto federal se encuentra en una trayectoria que no puede ser sostenida de manera indefinida", dijo Elmendorf.
El informe se produce apenas a un mes de que se alcance de nuevo el tope de endeudamiento federal de 16,7 billones de dólares, según cifras del Tesoro de EE.UU., lo que se espera que provoque una nueva batalla en un Congreso dividido entre demócratas y republicanos para evitar que el gobierno se tenga que declarar en suspensión parcial de pagos.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ya ha afirmado que no piensa ceder a las presiones de los republicanos quienes exigen aumentar los recortes en el gasto público a cambio de permitir subir el techo de deuda.
"No negociaré sobre si EE.UU. cumple o no su palabra, o hace frente o no a sus obligaciones", dijo Obama en un discurso ayer cuando se cumplían cinco años de la quiebra de Lehman Brothers que desencadenó la crisis financiera de 2008, de la cual la economía de EE.UU. aún se está recuperando.
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