Mohamad Zayed, estudiante de Químicas convertido en profesor en Alepo, escribe en la pizarra con un rotulador de color azul ante un grupo de civiles a quienes prepara para ayudar a la población en caso de ataque químico del régimen sirio.
"El régimen posee gas sarín, VX y gas mostaza. Si se trata de sarín debéis abrir las ventanas de la habitación para ventilarla; es un gas muy letal pero que se dispersa rápidamente", explica este sirio de 21 años ante 16 alumnos.
"El VX es más peligroso, no os podéis quitar el traje químico en ningún momento porque afecta no solo al respirarlo sino a través de la piel y de los ojos y la nariz", advierte.
Desde hace dos meses, este joven sirio entrena a un grupo de 26 civiles (antiguos bomberos, estudiantes universitarios, soldadores o conductores de maquinaria pesada) que se ha convertido en el único equipo de Alepo, la gran ciudad del norte del país, preparado para ello.
El gas sarín es un potente gas neurotóxico mortal, inodoro e invisible. El VX es un derivado del sarín aún más potente y el gas mostaza, un gas de combate axfisiante.
El 21 de agosto, en la región de Ghuta, cerca de Damasco, un ataque con armas químicas causó más de 1.400 muertos, según Estados Unidos, país que acusó de ello al régimen de Bashar al Asad. Este último acusó por su parte a los rebeldes.
Para evitar un nuevo recurso a las armas químicas y evitar un ataque occidental contra el régimen, rusos y estadounidenses concluyeron un acuerdo para desmantelar el arsenal químico sirio, que evalúan en 1.000 toneladas.
Pero Mohamad Zayed sigue movilizado a pesar de todo.
"Si el régimen lanza mañana un ataque químico contra la ciudad de Alepo estaremos preparados para actuar y ayudar a los civiles", asegura.
Principios básicos
Para Abdel Al Monamalba, de 45 años, responsable de este equipo de protección civil, las cosas están claras: "Lo de Ghuta es obra del régimen de Asad. Si los rebeldes tuviesen armamento químico haría meses que se habría acabado la guerra y, desde luego, jamás las usarían contra la población civil".
"Asad no dudará en usar las armas químicas contra Alepo y acusará a los rebeldes", asegura.
A pesar de la confianza que Monamalba y Zayed tienen en el equipo, la realidad es que solo disponen de 24 trajes protectores, recuperados tras un asalto a una base militar del régimen, y de tres máscaras antigás.
"Sin máscaras no podremos hacer mucho por ellos porque ni siquiera colocarse un trapo mojado cubriendo la boca y la nariz sirve para evitar inhalar los agentes químicos", reconoce Zayed.
"Es muy importante que haya más grupos como este en todo el país para que puedan ayudar a los civiles Conocemos nuestras limitaciones pero ayudaremos a salvar el máximo número de vidas posibles porque sin nosotros la gente moriría como en Ghuta", añade.
Dos alumnos se presentan voluntarios para realizar un simulacro de evacuación. Se colocan el traje y las máscaras antigás y acuden al patio de esta antigua escuela.
En el suelo otro alumno hace las veces de herido. Monamalba les da las últimas instrucciones.
"Los alumnos reciben clase de primeros auxilios para poder asistir a los civiles en caso de ataque. Sobre el terreno nuestro equipo se guiará por las indicaciones del personal médico del hospital de Zarzur que serán los encargados de atender a los afectados sobre el terreno", apunta.
Esta brigada ha distribuido en los barrios de Alepo folletos donde se especifica a los civiles cómo actuar en caso de ataque.
"Son nociones básicas para que puedan aguantar hasta que los equipos acudan en su ayuda", comenta Zayed.
Entre otros consejos apunta que deben mojarse la cara con agua y tratar de ponerse un trapo o una toalla en la boca y la nariz para no inhalar el gas.
A pesar de la aparente disposición del régimen por entregar su arsenal químico a Naciones Unidas, en Alepo nadie descarta un posible ataque en los próximos meses. Nadie baja la guardiaA.FP
"El régimen posee gas sarín, VX y gas mostaza. Si se trata de sarín debéis abrir las ventanas de la habitación para ventilarla; es un gas muy letal pero que se dispersa rápidamente", explica este sirio de 21 años ante 16 alumnos.
"El VX es más peligroso, no os podéis quitar el traje químico en ningún momento porque afecta no solo al respirarlo sino a través de la piel y de los ojos y la nariz", advierte.
Desde hace dos meses, este joven sirio entrena a un grupo de 26 civiles (antiguos bomberos, estudiantes universitarios, soldadores o conductores de maquinaria pesada) que se ha convertido en el único equipo de Alepo, la gran ciudad del norte del país, preparado para ello.
El gas sarín es un potente gas neurotóxico mortal, inodoro e invisible. El VX es un derivado del sarín aún más potente y el gas mostaza, un gas de combate axfisiante.
El 21 de agosto, en la región de Ghuta, cerca de Damasco, un ataque con armas químicas causó más de 1.400 muertos, según Estados Unidos, país que acusó de ello al régimen de Bashar al Asad. Este último acusó por su parte a los rebeldes.
Para evitar un nuevo recurso a las armas químicas y evitar un ataque occidental contra el régimen, rusos y estadounidenses concluyeron un acuerdo para desmantelar el arsenal químico sirio, que evalúan en 1.000 toneladas.
Pero Mohamad Zayed sigue movilizado a pesar de todo.
"Si el régimen lanza mañana un ataque químico contra la ciudad de Alepo estaremos preparados para actuar y ayudar a los civiles", asegura.
Principios básicos
Para Abdel Al Monamalba, de 45 años, responsable de este equipo de protección civil, las cosas están claras: "Lo de Ghuta es obra del régimen de Asad. Si los rebeldes tuviesen armamento químico haría meses que se habría acabado la guerra y, desde luego, jamás las usarían contra la población civil".
"Asad no dudará en usar las armas químicas contra Alepo y acusará a los rebeldes", asegura.
A pesar de la confianza que Monamalba y Zayed tienen en el equipo, la realidad es que solo disponen de 24 trajes protectores, recuperados tras un asalto a una base militar del régimen, y de tres máscaras antigás.
"Sin máscaras no podremos hacer mucho por ellos porque ni siquiera colocarse un trapo mojado cubriendo la boca y la nariz sirve para evitar inhalar los agentes químicos", reconoce Zayed.
"Es muy importante que haya más grupos como este en todo el país para que puedan ayudar a los civiles Conocemos nuestras limitaciones pero ayudaremos a salvar el máximo número de vidas posibles porque sin nosotros la gente moriría como en Ghuta", añade.
Dos alumnos se presentan voluntarios para realizar un simulacro de evacuación. Se colocan el traje y las máscaras antigás y acuden al patio de esta antigua escuela.
En el suelo otro alumno hace las veces de herido. Monamalba les da las últimas instrucciones.
"Los alumnos reciben clase de primeros auxilios para poder asistir a los civiles en caso de ataque. Sobre el terreno nuestro equipo se guiará por las indicaciones del personal médico del hospital de Zarzur que serán los encargados de atender a los afectados sobre el terreno", apunta.
Esta brigada ha distribuido en los barrios de Alepo folletos donde se especifica a los civiles cómo actuar en caso de ataque.
"Son nociones básicas para que puedan aguantar hasta que los equipos acudan en su ayuda", comenta Zayed.
Entre otros consejos apunta que deben mojarse la cara con agua y tratar de ponerse un trapo o una toalla en la boca y la nariz para no inhalar el gas.
A pesar de la aparente disposición del régimen por entregar su arsenal químico a Naciones Unidas, en Alepo nadie descarta un posible ataque en los próximos meses. Nadie baja la guardiaA.FP