La Radiotelevisión Valenciana (RTVV), un medio público de la región del mismo nombre, en el este de España, se apagó este viernes víctima de la crisis económica y pese a la resistencia de centenares de sus empleados que hasta el último minuto estuvieron emitiendo en directo su agonía.
Agentes de la Policía entraron en la sede de RTVV, en la localidad de Barjassot, cerca de la ciudad de Valencia, y ejecutaron la orden de desalojar y cerrar las instalaciones de estos medios públicos, 24 años después de su primera emisión.
Minutos antes del fundido a negro y cuando parecía inminente la entrada policial, trabajadores y políticos de la oposición invitados al último programa se despidieron de los espectadores entre lágrimas, aplausos y gritos que pedían la dimisión del presidente valenciano Alberto Fabra, del Partido Popular (centroderecha).
Todo comenzó el pasado 5 de noviembre, cuando siete horas después de que el Tribunal Superior de Justicia valenciano declarara nulo el plan de recortes en RTVV, que afectaba a un millar de empleados, el gobierno regional anunció en un comunicado su cierre, al estimar que los gastos de readmisión de los despedidos hacían "inviable" la cadena.
A partir de ahí se inició un proceso en el que los trabajadores, la oposición y colectivos sociales defendieron que RTVV era viable y llamaron a negociar y a reconsiderar la medida, mientras que el Ejecutivo regional se mantuvo en la decisión del cierre.
Los trabajadores abandonaron las instalaciones entre los aplausos y ovaciones de la gente en la calle, donde periodistas de otros medios de comunicación que cubrían este hecho, que fue observado en otras cadenas de televisión por muchos españoles, muchos de los cuales vieron con preocupación como estos profesionales pasaban al desempleo, que llega al 26 % de la población activa en España.
La emisión de RTTV se fundió a negro doce horas después de que una edición especial del informativo publicara el acuerdo del gobierno regional valenciano para el cese de las emisiones de los servicios de Radiotelevisión Valenciana.
La administración valenciana, como otros gobiernos regionales españoles, afronta una elevada deuda resultante de un gasto excesivo en el pasado y también de la actual crisis económica.
Las últimas doce horas antes del cierre de RTTV han sido de agonía para los trabajadores de la televisión pública valenciana, que han emitido un programa especial en directo a la espera de que se ejecutara el cierre.
El programa fue emitido en un estudio donde los presentadores estuvieron acompañados de más de un centenar de trabajadores y diputados de los grupos de la oposición, que aseguran que si ganan el gobierno regional en las próximas elecciones volverán a abrir este medio público.
De madrugada, RTVV comunicó a los trabajadores que desde hoy se encontraban de permiso retribuido y que no tenían que ir a trabajar, aunque muchos volvieron al centro e impidieron la entrada de los liquidadores a la sala de control para ejecutar el cierre.
El técnico que había sido reclamado para informar sobre la forma de cortar las emisiones, apodado "Paco Telefunken", se ha negado a hacer el trabajo requerido y ha abandonado el centro de producción de programas de Burjassot "por decisión personal".
Tras recibir una denuncia por "usurpación y coacción" de RTVV, un Juzgado de la zona ordenó el desalojo "inmediato" de las instalaciones y advirtió que se haría "por la fuerza policial" si no se hacía de forma voluntaria.
Conocidos periodistas de otros medios españoles expresaron su apoyo a sus colegas del RTVV, así como la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), mientras que en la red social Twitter, el asunto ha copado tres de los de los diez temas del momento o "trending topic".
Preguntado sobre el caso de RTVV, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, dijo desde Lituania, donde se encuentra hoy, que entiende a los trabajadores del medio y apuntó que la decisión del gobierno valenciano tiene que haber sido "muy difícil.
Por su parte, el presidente de la región de Cataluña, Artur Mas, lamentó el cierre y aseguró que "tiene claro que esto no puede pasar" en los medios públicos catalanes. EFE
Agentes de la Policía entraron en la sede de RTVV, en la localidad de Barjassot, cerca de la ciudad de Valencia, y ejecutaron la orden de desalojar y cerrar las instalaciones de estos medios públicos, 24 años después de su primera emisión.
Minutos antes del fundido a negro y cuando parecía inminente la entrada policial, trabajadores y políticos de la oposición invitados al último programa se despidieron de los espectadores entre lágrimas, aplausos y gritos que pedían la dimisión del presidente valenciano Alberto Fabra, del Partido Popular (centroderecha).
Todo comenzó el pasado 5 de noviembre, cuando siete horas después de que el Tribunal Superior de Justicia valenciano declarara nulo el plan de recortes en RTVV, que afectaba a un millar de empleados, el gobierno regional anunció en un comunicado su cierre, al estimar que los gastos de readmisión de los despedidos hacían "inviable" la cadena.
A partir de ahí se inició un proceso en el que los trabajadores, la oposición y colectivos sociales defendieron que RTVV era viable y llamaron a negociar y a reconsiderar la medida, mientras que el Ejecutivo regional se mantuvo en la decisión del cierre.
Los trabajadores abandonaron las instalaciones entre los aplausos y ovaciones de la gente en la calle, donde periodistas de otros medios de comunicación que cubrían este hecho, que fue observado en otras cadenas de televisión por muchos españoles, muchos de los cuales vieron con preocupación como estos profesionales pasaban al desempleo, que llega al 26 % de la población activa en España.
La emisión de RTTV se fundió a negro doce horas después de que una edición especial del informativo publicara el acuerdo del gobierno regional valenciano para el cese de las emisiones de los servicios de Radiotelevisión Valenciana.
La administración valenciana, como otros gobiernos regionales españoles, afronta una elevada deuda resultante de un gasto excesivo en el pasado y también de la actual crisis económica.
Las últimas doce horas antes del cierre de RTTV han sido de agonía para los trabajadores de la televisión pública valenciana, que han emitido un programa especial en directo a la espera de que se ejecutara el cierre.
El programa fue emitido en un estudio donde los presentadores estuvieron acompañados de más de un centenar de trabajadores y diputados de los grupos de la oposición, que aseguran que si ganan el gobierno regional en las próximas elecciones volverán a abrir este medio público.
De madrugada, RTVV comunicó a los trabajadores que desde hoy se encontraban de permiso retribuido y que no tenían que ir a trabajar, aunque muchos volvieron al centro e impidieron la entrada de los liquidadores a la sala de control para ejecutar el cierre.
El técnico que había sido reclamado para informar sobre la forma de cortar las emisiones, apodado "Paco Telefunken", se ha negado a hacer el trabajo requerido y ha abandonado el centro de producción de programas de Burjassot "por decisión personal".
Tras recibir una denuncia por "usurpación y coacción" de RTVV, un Juzgado de la zona ordenó el desalojo "inmediato" de las instalaciones y advirtió que se haría "por la fuerza policial" si no se hacía de forma voluntaria.
Conocidos periodistas de otros medios españoles expresaron su apoyo a sus colegas del RTVV, así como la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), mientras que en la red social Twitter, el asunto ha copado tres de los de los diez temas del momento o "trending topic".
Preguntado sobre el caso de RTVV, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, dijo desde Lituania, donde se encuentra hoy, que entiende a los trabajadores del medio y apuntó que la decisión del gobierno valenciano tiene que haber sido "muy difícil.
Por su parte, el presidente de la región de Cataluña, Artur Mas, lamentó el cierre y aseguró que "tiene claro que esto no puede pasar" en los medios públicos catalanes. EFE