El paso de la tormenta de hielo que sufrió Toronto, la principal ciudad canadiense, el pasado 21 de diciembre dejó daños por valor de 106 millones de dólares canadienses (unos 100 millones de dólares estadounidenses), según un informe municipal divulgado este viernes.
La tormenta destruyó las copas del 20 % de los árboles de Toronto y rompió multitud de ramas que, en su caída, provocaron graves daños a la infraestructura eléctrica de la ciudad, así como a vehículos y viviendas.
Los daños a la infraestructura eléctrica fueron tan graves que durante días, y con temperaturas por debajo de los 0 grados centígrados, unas 250.000 personas estuvieron sin electricidad en la ciudad y algunos hogares tardaron hasta 10 días en recuperar el servicio.
Esa cifra se refiere sólo el coste para el municipio y no incluye las pérdidas y gastos en que incurrieron empresas privadas e individuos.
En este sentido, la compañía eléctrica Toronto Hydro calculó que proteger su infraestructura para evitar que en el futuro se repitan los cortes causados por la tormenta eléctrica requerirá invertir 15.000 millones de dólares en los próximos años.
Aún así, el consejero delegado de la empresa pública, Anthony Haynes, precisó que no es posible enterrar todas las líneas eléctricas porque supondría un incremento del 300 % en la tarifa eléctrica.
Toronto debatirá el viernes si solicita ayuda a los gobiernos federal y provincial para hacer frente a los costes de la tormenta, lo que requeriría como paso previo la declaración de la ciudad como zona de desastre.
EFE