Los enfrentamientos entre los manifestantes opositores y las fuerzas antidisturbios se reanudaron este jueves en el centro de Kiev con gran violencia.
Centenares de opositores radicales hicieron retroceder a las fuerzas antidisturbios que rodeaban la plaza de la Independencia, mientras se oían disparos.
Los policías, que llevaban consigo a numerosos compañeros heridos se replegaron corriendo hacia la calle Grushevski, que en enero pasado fue escenario de una batalla campal.
Los manifestantes, pertrechados con cascos, escudos, palos y cocteles molotov, se hicieron con el control de la plaza Europa, junto al comienzo de la Grushevski, donde se encuentra la sede del Gobierno.
La Rada Suprema (Parlamento), situada a unos centenares de metros de la plaza Europa, comenzó a ser evacuada.
"Nos han pedido evacuarnos con urgencia", dijo a lo medios locales el diputado Vladímir Litvín al abandonar la sede del Legislativo.
El nuevo estallido de violencia se produjo poco después de que el Ministerio del Interior denunciara que un francotirador apostado en los altos de un edificio situado junto a la plaza de la Independencia (el Maidán) había herido a más de veinte efectivos de las fuerzas de seguridad.
Los enfrentamientos siguieron a una noche de relativa calma en la capital ucraniana.
A última hora del miércoles, el presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, y los líderes de la oposición con representación parlamentaria acordaron una tregua para estabilizar la situación en el país.
Sin embargo, la oposición radical, en particular el grupo Sector de Derechas, rechazó el acuerdo con las autoridades.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, al menos 28 personas han muerto en los disturbios de esta semana en la capital ucraniana. EFE