El último informe publicado este lunes por Eurostat confirma la tendencia que preocupa a los Gobiernos europeos y al BCE ya desde hace un tiempo: la inflación en la eurozona sigue bajo mínimos, con el lastre que ello supone para la incipiente recuperación económica. El descenso, del 0,7% al 0,5%, sitúa a la tasa de inflación europea en su punto más bajo desde noviembre de 2009, y muestra como el indicador no pasa del 1% desde octubre del año pasado.
Según la oficina europea, el sector de los servicios es el que tendrá la tasa interanual más alta en marzo (1,1% contra el 1,3% de febrero), seguida por alimentos, alcohol y tabaco (1%), bienes no energéticos (0,3%) y energía (-2,1%).El Banco Central Europeo, cuyo consejo se reúne este jueves, ya ha anunciado que tomará medidas si la inflación sigue bajando, para evitar el riesgo de deflación que empeoraría el proceso de recuperación económica de la región. No obstante, los expertos posponen decisiones de calado al menos en un mes.
En términos de media anual, la inflación de la Eurozona se situaba en el 1,4% a cierre de 2013, lo que representa el resultado más bajo experimentado desde 2009, cuando la tasa estaba en el 0,3%.
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