Rebeldes islamistas tomaron este sábado el control de nuevas zonas en la provincia septentrional de Idleb, mientras que en la vecina Alepo al menos cinco miembros de una misma familia, entre ellos menores, fallecieron en un ataque de tropas del régimen, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Insurgentes del Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda, y de otros grupos afines tomaron varias áreas de los alrededores de la población de Babulín, en Idleb, cuyo control arrebataron ayer a las fuerzas gubernamentales.
Los enfrentamientos entre ambos bandos se concentran ahora en puestos de control de los efectivos del régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, en los alrededores de la cercana localidad de Hesh.
En los últimos días, los rebeldes han avanzado en Idleb, donde tienen en su poder amplias zonas de la provincia, así como del norte de Hama.
Por otro lado, en Alepo, cinco integrantes de la misma familia -tres menores y dos mujeres- fallecieron por el impacto de barriles de explosivos lanzados por la Fuerza Aérea siria en el pueblo de Tal Yabin.
Mientras, en la provincia central de Homs, al menos seis civiles perdieron la vida y otros doce resultaron heridos por el impacto de proyectiles de mortero disparados por "terroristas" (como el régimen sirio denomina a las fuerzas de oposición) en un mercado en el barrio de Al Inshaat, indicó la agencia de noticias oficial siria, Sana.
Otras trece personas resultaron heridas en un ataque similar en las proximidades del hospital Al Radi y otros lugares de la ciudad de Yaramana, en las afueras de Damasco, añadió Sana, que citó una fuente de la Jefatura de Policía.
Más de 150.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto en Siria, en marzo de 2011, según el Observatorio.
EFE