Las empresas extranjeras en China se enfrentan a un clima financiero "que da que pensar", dijo un grupo de presión europeo esta semana, cuando las preocupaciones sobre beneficios más débiles y el apoyo del Gobierno a los competidores domésticos han llevado a que casi la mitad de las compañías de la UE digan que la "edad dorada" se ha acabado.
Las firmas que forman parte de la Cámara de Comercio de la UE en China perdieron 21.300 millones de euros en beneficios en 2013 debido al acceso al mercado y a las barreras reguladoras, dijo el grupo en un informe sobre condiciones financieras en la segunda mayor economía del mundo.
"Un sentido duradero de pesimismo por la actuación en el futuro está asentado y está llevando a muchas preguntas sobre si los buenos tiempos han acabado", dijo el informe el pasado jueves.
"Casi la mitad (46 por ciento) de las compañías europeas creen que la "edad dorada" para las multinacionales en China ya ha acabado".
En un pleno del Partido Comunista el pasado noviembre, China anunció unos ambiciosos planes reformistas que indicaban el cambio de la economía china desde un crecimiento alimentado por las infraestructuras - y las exportaciones - hacia una expansión más lenta, equilibrada y sostenida.
Pero las expectativas de crecimiento para las empresas están en sus niveles más bajos desde el momento de mayor auge de la crisis financiera, dijo el informe, que recogió la respuesta de 552 firmas.
A pesar del optimismo sobre los avances en política que aparecieron en el pleno y que pretenden reducir la intervención del Gobierno en la economía, las compañías son escépticas sobre una reforma real. En torno a la mitad de los que respondieron dijeron que no confiaban en que reformas significativas se pusieran en marcha en los próximos dos años.