AFP).- El líder del debilitado cártel de Tijuana Fernando Sánchez Arellano, alias “El Ingeniero”, sobrino de la saga de capos Arellano Félix, fue detenido cuando festejaba el triunfo del equipo mexicano de fútbol sobre Croacia, informó el martes Monte Alejandro Rubido, comisionado nacional de Seguridad de México.
El lunes por la tarde, en Tijuana (noroeste), una ciudad fronteriza con la estadounidense San Diego, militares y agentes de la fiscalía “detuvieron a Fernando Sánchez, presunto integrante de un grupo delictivo con presencia en Baja California”, dijo el funcionario en conferencia de prensa.
El capo de 37 años fue trasladado a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada en Ciudad de México, para ser presentado ante el ministerio público por los cargos de tráfico de droga, extorsión, secuestro y homicidio, añadió Rubido.
“El Ingeniero”, uno de los capos más buscados por Estados Unidos y México que ofrecían 5 y 2,3 millones de dólares respectivamente por su captura, fue detenido en medio de un imponente operativo militar, una hora después de que terminó el partido de fútbol de la selección mexicana en Brasil.
Este martes, las autoridades presentaron una fotografía de Sánchez Arellano tras la detención, en la que aparece con la camiseta verde del equipo azteca y con las mejillas pintadas con franjas de los colores nacionales.
El cártel de Tijuana, fundado por los diez hermanos Arellano Félix, nació a principios de los 90 paralelamente al cártel rival de Sinaloa, que dirigía el detenido Joaquín “El Chapo” Guzmán, producto del desmembramiento del histórico cártel de Guadalajara, fundado por su tío Miguel Ángel Félix Gallardo, alias “El Padrino”.
El joven relevo de la saga familiar
En la década de 1990 y principios de los años 2000, los hermanos Arellano Félix lograron que su organización controlara el tráfico de cocaína hacia la vecina San Diego en medio de una violenta pugna con el poderoso cártel de Sinaloa, pero la detención y muerte de sus cabecillas en los últimos años debilitaron al cártel.
Ramón Arellano Félix fue asesinado en una balacera en 2002 y Benjamín, Francisco Javier y Eduardo fueron detenidos en 2002, 2006 y 2008, respectivamente. Actualmente, Benjamín y Eduardo cumplen sus penas en Estados Unidos.
Con la captura de Eduardo, en 2008, el cártel de Tijuana tuvo un liderazgo compartido entre Fernando Sánchez Arellano y el detenido Teodoro García Simental, alias “el Teo”, hasta que una disputa entre ambos desencadenó una fuerte ola de violencia en Tijuana y motivó que “El Teo” y sus seguidores empezaran a traficar por su cuenta estableciendo una alianza con “El Chapo”.
Hasta el momento de su detención, lo que queda del cártel de Tijuana estaba dirigido por “El Ingeniero”, que es hijo de Enedina, una de las hermanas Arellano Félix y presunto cerebro financiero de la organización, según analistas.
Integrante de una nueva generación de capos mexicanos alejados del vínculo con el campo que tenían sus predecesores, a Fernando Sánchez le llamaban “El Ingeniero” porque estudió ingeniería en una universidad privada.
Un cártel en horas bajas
El cártel de Tijuana “está completamente desmantelado, con todos (sus históricos líderes) en la cárcel, en Estados Unidos o en México”, aseguraba en octubre pasado Raúl Benítez Manaut, investigador especializado en asuntos del narcotráfico de la pública Universidad Nacional Autónoma de México.
En ese mes, el mayor de los hermanos, Francisco Rafael Arellano Félix, fue asesinado en una fiesta familiar a manos de misteriosos sicarios, aparentemente disfrazados de payasos.
Pese a su debilitamiento, los Arellano Félix aún controlaban el narcotráfico en las ciudades fronterizas de Tijuana, Rosarito, Tecate y Ensenada, en la frontera con Estados Unidos, dijo Rubido.
Las pugnas entre los carteles del narcotráfico sumadas a la ofensiva militar desplegada por el gobierno desde 2006 han dejado más de 80.000 muertos en el país.
En los últimos dos años las autoridades asestaron golpes contra estas organizaciones criminales con la captura en febrero pasado de Joaquín “Chapo” Guzmán, hasta entonces líder del cartel de Sinaloa, y en 2013 de Miguel Treviño Morales, alias Z-40, dirigente del cartel de Los Zetas.