Los expertos aseguran que la automedicación y la falta de diagnóstico y tratamiento adecuados son los principales factores que cronifican la migraña, una patología que afecta a más de 3,5 millones de la población adulta española, y que provoca discapacidad de moderada a grave al 42,5 por ciento de los pacientes sufren.
La migraña es, según la Organización Mundial de la Salud, una de las 20 enfermedades más discapacitantes que existen pero, a pesar de ello, entre el 20 y el 25 por ciento de los pacientes que sufren migraña nunca ha consultado su dolencia con el médico y un 50 por ciento abandona el seguimiento tras las primeras consultas.
«La migraña, en especial su forma crónica, tiene un gran impacto sobre la calidad de vida de los pacientes. Estas personas tienen el doble de posibilidades de sufrir depresión, ansiedad y dolor crónico, así como trastornos respiratorios y factores de riesgo cardiovascular, por lo que necesitan mayor atención sanitaria», afirma el coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), David Ezpeleta.
Terapia conjunta
Un estudio realizado en España señala que el 60% de los pacientes con cefalea crónica mejora con un adecuado seguimiento de la enfermedad. Es decir, explica, «a mayor implicación tanto por el médico como por el paciente, mayor será la probabilidad de conseguir los principales objetivos terapéuticos: reducir la frecuencia de las crisis, la discapacidad asociada y mejorar la calidad de vida de los afectados».
La automedicación, el consumo excesivo de analgésicos y la falta de diagnóstico y tratamiento adecuados son, junto con el sobrepeso y la obesidad, los trastornos respiratorios del sueño, el insomnio, la depresión, la ansiedad y el estrés, factores bien establecidos que pueden facilitar la cronificación de la migraña.
En España, la prevalencia de la migraña es del 12 al 13 por ciento, cifra que en las mujeres se encuentra entre el 17 al 18 por ciento. El 80 por ciento de los pacientes presenta su primera crisis antes de los 30 años. Aunque afecta principalmente al adulto joven, también la sufren los niños y adolescentes y, en menor grado, el resto de franjas etarias. Ocasiona un alto porcentaje de absentismo y pérdida de productividad laboral que en nuestro país supone un coste anual de 2.000 millones de euros.
Crisis crónica
Cada año, la incidencia de transformación de una migraña episódica (menos de 15 días de dolor al mes) a una crónica (a partir de 15 días al mes durante al menos 3 meses) es de un 3 por ciento, mientras que un 6% de los pacientes pasa de una migraña de baja frecuencia a una de alta frecuencia, antesala de la migraña crónica. «La frecuencia de las crisis de migraña es muy variable. El paciente habitual tiene entre 1 y 4 crisis mensuales, con una duración de entre 4 y 72 horas. Sin embargo, existe un alto porcentaje de pacientes, aproximadamente un 2% de la población, que sufre migraña crónica», explica Patricia Pozo, de la SEN.
El objetivo de los expertos es optimizar la identificación, el diagnóstico y el tratamiento específico de estos pacientes para, así, revertir su enfermedad de migraña crónica a episódica y que esta situación de control se mantenga en el tiempo.
En España, el 4% de los pacientes que acuden a una consulta de neurología lo hacen como consecuencia de una migraña crónica. Sin embargo, según estimaciones de la SEN, solo la mitad de los pacientes que la padecen conocen que la sufren. Además, la adherencia al tratamiento aún es baja. «Los pacientes que sufren migraña son personas que precisan realizar visitas frecuentes al médico para realizar ajustes en su tratamiento, sobre todo aquellos que necesitan tratamiento preventivo farmacológico. Esto es crucial para poder controlar la frecuencia, intensidad y duración de las crisis de migraña, pues permite a los pacientes un menor uso de triptanes y otros fármacos sintomáticos y, en definitiva, reduce el riesgo de cronificación de la enfermedad», comenta Pozo.
Mejor prevenir
Sin embargo, más de un 30% de los pacientes abandona el tratamiento preventivo. Mejorar el conocimiento sobre los motivos para continuar o abandonar un tratamiento y avanzar en la investigación de tratamientos más eficaces y mejor tolerados permitirá aumentar la adherencia terapéutica de los pacientes", añade.
Pese a ser una enfermedad muy frecuente, su identificación no parece sencilla, con una media de tiempo desde su inicio hasta el diagnóstico de 28,7 meses. «Potenciar las consultas de cefalea en nuestros servicios de neurología, mejorar la colaboración con Atención Primaria, pero sobre todo, fomentar la información, difusión y conocimiento de la migraña, es crucial para la lucha contra esta enfermedad», añade Ezpeleta.