Menéndez: Vamos a conquistar el Socialismo con una planificación popular
AVN.- Venezuela ha dado un "sacudón" a su estructura de Gobierno. Así denominó el presidente de la República, Nicolás Maduro, a un profundo proceso de transformación del Estado que tiene como fin último la reorganización de la estructura gubernamental para servir al pueblo y fortalecer el poder popular.
El objetivo es "que el pueblo sea poder", enfatizó este viernes en una entrevista el vicepresidente de Planificación y Conocimiento, Ricardo Menéndez, y puntualizó que es un cambio sustancial frente a los procesos de revisión del Estado desarrollados por gobiernos anteriores, cuyo compromiso siempre fue con la burguesía.
En ese proceso, la planificación de los fines del Estado se considera esencial para alcanzar un nuevo proyecto de sociedad. "Vamos a conquistar el socialismo con planificación, pero no una de élites, sino una planificación popular, que considera la Academia, con los pies en la tierra, que va a los barrios, a las comunidades, a cada espacio. Es una planificación para la construcción del socialismo, de la democracia plena en el país", destacó.
Así, explicó que uno de los retos tiene que ver con la construcción del sistema de planes que demanda el país. Mientras el Plan de la Patria 2013-2019 es la carta de navegación elaborada por el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, se requieren planes sectoriales y espaciales (por regiones y comunas) para complementar ese gran programa.
Los sectoriales, que deben estar listos en octubre, señaló Menéndez, quien también es ministro de Planificación, abarcan aspectos como la agricultura (el primero a entregar), vivienda, electricidad, movilidad, agua, industrias, petróleo y petroquímica.
Esos planes precisarán temas concretos, por ejemplo: qué producir, cuánto, dónde, los materiales, insumos y maquinaria requeridos; tencología, la cantidad y perfil de los trabajadores, etc.
Adicionalmente, trabajan sobre la optimización del presupuesto y los planes operativos anuales, en conjunto con los ministerios y gobernaciones, así como los planes de inversión, por proyectos, en atención a los objetivos del Plan de la Patria.
Pero esa planificación también va a lo local, con la idea de que cada comunidad tenga su propia construcción colectiva del Plan de la Patria. En ese sentido, Menéndez explicó que ya acordaron un solo método de abordaje de lo local, que inspiró planes de formación en Escuela de Planificación para personas de comunas de Vargas, Miranda y Caracas, inicialmente.
Consejos populares
En esta transformación del Estado, un elemento clave es la conformación de consejos de poder popular por movimientos sociales. "Eso dice quién gobierna en Venezuela, que no es la élite sino el pueblo organizado en cada sector", puntualizó el Vicepresidente de Planificación.
Explicó que su metodología de trabajo partirá de un tema definido en agenda, a partir del cual se dan las reuniones de los colectivos de base, para definir los puntos a presentar y el vocero que se encargará de hacerlo a nivel de las regiones. En este punto, se da una nueva discusión y se precisa el vocero y el planteamiento que se elevará en el Consejo Presidencial nacional, instancia que debe reunirse cada dos meses aproximadamente.
Este proceso permite que el pueblo organizado tenga incidencia en las decisiones de políticas de Estado. "Vamos a discutir todos los problemas. El Presidente es un apasionado de ver y resolver los problemas", señaló Menéndez.
Revolución del conocimiento
El proceso activado por Maduro abarca cinco revoluciones por cada una de las dimensiones de la sociedad: política, de las misiones o programas sociales, económico-productiva, del socialismo territorial y la del conocimiento, que corresponde a Menéndez.
Su Vicepresidencia, que también abarca los ministerios de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología; Cultura y de Educación, tendrá la responsabilidad de utilizar el conocimiento para la nueva construcción de la sociedad socialista, tal como dijo Maduro al anunciar los primeros cambios.
"El conocimiento tiene un rol estelar en la soberanía", para satisfacer las necesidades del pueblo, puntualizó Menéndez. "Para lograr una revolución en las distintas esferas, hay que tener conocimiento".
Explicó que esa revolución pasa por concretar, por ejemplo, que el mapa de relaciones internacionales que ha cultivado la Revolución con países como China, Rusia y Belarús, se conviertan en conocimiento para el desarrollo productivo.
Además, implica avanzar en la industrialización para el procesamiento de nuestros recursos, desarrollo de técnicas, innovación y saberes populares, etc. "Creemos en el dominio soberano de la técnica. No somos improvisados ni mediocres", puntualizó.
Ideas como la conformación de regiones de conocimiento productivo, el desarrollo de universidades politécnicas territoriales en red o el aprovechamiento de la identidad cultural en los sectores como factores productivos forman parte de los planteamientos de esta revolución del conocimiento.
Política inclusiva
Este impulso en lo productivo, que se refleja en la revolución económica, es un paso necesario a raíz de las políticas de inclusión que han caracterizado al Gobierno socialista y que ha permitido logros como la duplicación del consumo de alimentos entre los venezolanos en los últimos 15 años.
"Hoy consumimos cerca de 147 kilos por habitante más por año que en el pasado. Estábamos en 360 kilos por persona al año, y hoy registramos 507 kilos", señaló Menéndez.
Además, el país exhibe positivos indicadores en nutrición, empleo y matrícula educativa, así como un mayor poder adquisitivo y ajustes de sueldos siempre por encima de la inflación, además de planes sociales que garantizan acceso gratuito a salud y formación, que se reflejan en lo que se conoce como salario social.
"La revolución ha logrado que más de 95% de los venezolanos tenga la mayoría de los electrodomésticos básicos, casi 20 puntos más que en el pasado", destacó Menéndez como un reflejo de estas políticas.
Añadió que este continuo mejoramiento del nivel de vida del pueblo debe conllevar una disponibilidad mayor desde el punto de vista material para la satisfacción de necesidades. "Eso es parte enorme de los desafíos en la revolución en lo económico", acotó.
Esa democracia en el acceso tiene que reflejarse también, indicó, en la producción de los bienes y servicios, es decir, "una democratización de los medios de producción. No pueden ser parte de una élite", señaló
