Un ciudadano pakistaní fue decapitado este jueves con una espada en Arabia Saudí, tras ser condenado a muerte por tráfico de heroína, según la agencia estatal de noticias SPA.
El Ministerio saudí del Interior explicó en un comunicado citado por SPA que Ismael Jan Sayed fue detenido con una “gran cantidad de heroína” y que el tribunal general del país lo condenó a muerte según la sharia (ley islámica).
Esta sentencia fue confirmada por las Cortes de Apelación y Suprema, y aplicada por orden del rey Abdalá bin Abdelaziz en cumplimiento de la legislación islámica.
Interior subrayó que la decisión del Gobierno “de combatir las drogas se debe a los graves daños que causan a los individuos y a la sociedad, por lo que -según advirtió- se aplicarán los más duros castigos a los culpables”.
El pasado 17 de diciembre otro pakistaní fue decapitado por las mismas acusaciones.
En Arabia Saudí rige una interpretación rigorista de la ley islámica, que impone castigos como la decapitación por sable, la lapidación o la amputación de miembros, dictados habitualmente por los jueces saudíes.
El asesinato, el narcotráfico, la violación, los asaltos armados y la brujería, entre otros delitos, son castigados con la pena de muerte.
Amnistía Internacional cifró en 79 las personas que fueron ejecutadas por las autoridades saudíes en 2013, entre ellas una mujer y dos jóvenes que en el momento de cometer el delito eran menores de edad.EFE