El papa pidió el jueves en su mensaje tradicional de Navidad el fin de la “persecución brutal” a “grupos étnicos y religiosos” en Irak y Siria, y condenó la violencia y tráficos de los que son víctimas los niños.
En su mensaje “urbi et orbi”, centrado en las violencias fundamentalistas en el mundo, Francisco deploró que en Nigeria “demasiadas personas” sean “retenidas como rehenes o masacradas”. También condenó que “tantos niños (sean) víctimas de la violencia, objeto de tráfico ilícito y trata de personas”, aludiendo a los muertos recientemente en una escuela de Pakistán.
Con información de AFP.