(22 marzo. Reuters).- Angela Merkel y Alexis Tsipras han tratado de desdramatizar la primera visita oficial del primer ministro griego a Berlín prevista para el lunes, pero el evidente escepticismo entre los aliados de la canciller alemana ha generado interpretaciones de los medios sobre un enfrentamiento digno de un “western”.
Los medios de comunicación alemanes han otorgado al primer ministro izquierdista de Grecia el papel de forajido y a la conservadora canciller alemana del “sheriff” que lucha por mantener unida a la zona euro.
“Cuando el bandido griego Alexis Tsipras se reúna con Angela Merkel – percibida como todopoderosa en muchos países -, toda Europa estará mirando embelesada”, dijo la edición dominical del Die Welt. Por su parte, el Frankfurter Allgemeine recordó a Tsipras que la UE “no es el lejano oeste”.
Ambos líderes buscan evitar este escenario de confrontación.
Aunque Merkel reconoció la semana pasada que ella y Tsipras hablarían “y quizás también discutirán”, añadió que no sería un momento decisivo en el enfrentamiento entre Atenas y sus acreedores de la zona euro sobre los términos de los acuerdos de rescate por 240 millones de euros.
Tsipras dijo al diario griego Kathimerini que ve el encuentro, que incluirá una conferencia de prensa conjunta a las 1715 GMT del lunes, como “una reunión que no estará ‘bajo la presión’ de las negociaciones”.
En la cumbre de esta semana de la Unión Europea, Grecia se comprometió a cumplir con las exigencias de los acreedores para presentar un paquete de reformas económicas en cuestión de días y así poder desbloquear el dinero que necesita para evitar salir del euro, una perspectiva terrible para Alemania, la mayor economía de la eurozona.
Pese a las afirmaciones de Merkel de que no espera que Tsipras presente dichos compromisos cumplidos para la reunión de Berlín, su propia coalición exigió precisamente eso.