Los títulos de Apple se estrenan la semana próxima en el Dow Jones de Industriales, el principal indicador del mercado bursátil de Nueva York, que a pesar de que tiene más de un siglo de existencia cada día pierde más adeptos.
El anuncio fue hecho el pasado 6 de marzo por la firma Dow Jones Indices, que administra ese indicador, del que forman parte un selecto club de treinta empresas que, según sus defensores, marcan la tendencia del mercado.
Técnicamente, el ingreso de Apple al Dow Jones se realizará al cierre de la sesión bursátil del 18 de marzo y a partir del día siguiente comenzará a operar como integrante del grupo, del que sale la compañía de telecomunicaciones AT&T.
“Apple es una opción clara para el promedio del Dow Jones de Industriales, la medición del mercado de valores más reconocida”, afirmó el presidente del comité de indicadores de la firma Dow Jones Indices, David M. Blitzer, al anunciar la decisión.
La noticia fue recibida en el mercado sin demasiada sorpresa, no sólo porque Apple tiene suficientes razones para ingresar al Dow Jones de Industriales sino también porque ese anuncio no aporta demasiado al mercado.
“Este movimiento confirma que el Dow es como la lista de la gente más bella de la revista People, comparada con la portada de The Wall Street Journal”, comentaba recientemente el analista Chuck Jaffe en el sitio digital de ese diario.
“El Dow -agregó- está lleno de bellezas actuales y clásicas, pero las verdaderas noticias que indican lo que está ocurriendo en el mercado está en una sección mucho más amplia”, agrega Jaffe.
Ese indicador más amplio es el S&P 500, que reúne a 500 empresas, como su nombre indica, y que es el preferido de muchos operadores del mercado y para muchos fondos de inversión a la hora de determinar cómo evoluciona la bolsa.
De hecho, Apple sí lleva tiempo integrando el S&P 500 y, además, es la compañía mayor en cuanto a su capitalización bursátil que integra ese grupo, sencillamente porque es la empresa con la mayor capitalización bursátil en todo el mundo.
Aunque Apple, que cotiza en el mercado del Nasdaq, contaba con razones suficientes para formar parte del Dow Jones de Industriales, no había ingresado a ese grupo fundamentalmente por razones técnicas.
Ese indicador es un promedio que se saca ponderando el precio de las acciones, y hasta mediados del año pasado los títulos de la compañía estaban con un valor próximo a los 700 dólares.
El precio de los títulos de la mayoría de los integrantes del Dow Jones está por debajo de los 200 dólares, y sólo los títulos de Visa superan esa cifra (actualmente están en torno a los 265 dólares), aunque con una capitalización bursátil que es la cuarta parte de la de Apple.
“El Dow -agregó Blitzer- es un índice ponderado, por lo que títulos con un precio extremadamente alto suelen distorsionar el indicador, mientras que las acciones con un precio muy bajo tienen un impacto menor”.
Pero en junio cambió el panorama, ya que Apple decidió hacer un “split” de sus títulos y convirtió en siete acciones cada una original.
“El ‘split’ de Apple llevó el precio de su acción para abajo, más cerca del precio en el Promedio del Dow Jones de Industriales”, añadió Blitzer. El precio de los títulos de Apple está ahora en torno a los 120 dólares.
Según analistas del mercado, la incorporación de Apple en el Dow Jones puede generar mayor volatilidad en ese indicador, teniendo en cuenta el enorme peso que tiene esa firma.
La capitalización bursátil de Apple, que supera los 700.000 millones de dólares, es el doble de las dos firmas que tienen el mayor volumen de capital bursátil en el Dow Jones: Microsoft y la petrolera Exxon Mobil.
En cualquier caso, genere o no volatilidad con el ingreso de Apple, el Dow Jones, recuerda Jaffe, está demostrando ser un “índice de celebridades”.
“Es como las hermanas Kardashian, de las que usted puede haber oído o que pueden despertar curiosidad, pero que no parecen tener un talento particular”, agrega el comentarista.
Fuente: EFE