Hoy en día los usuarios de dispositivos móviles no
están exentos de que su terminal sea infectado con algún código malicioso o
sean víctimas de phishing. En la mayoría de los casos, las personas están
constantemente probando aplicaciones, sin saber identificar cuáles de ellas
pueden representar una amenaza informática.
De acuerdo con Renato De Gouveia, gerente de mercadeo
y ventas de Logintel representante de ESET en Venezuela, para que un usuario
pueda reconocer una aplicación riesgosa debe tener en consideración los
permisos que solicite al momento de su instalación. “Por ejemplo, en caso de
una aplicación que sea para consultar recetas de cocina, a priori no tendría
mucho sentido que solicite la ubicación del dispositivo mediante la activación
del GPS. Este tipo de razonamientos pueden ayudar a decidir cuál aplicación es
segura y cuál no”, explicó.
“No se deben
descargar aplicaciones fuera de los sitios reconocidos u oficiales. En muchas
ocasiones, las grandes marcas son utilizadas para crear falsas aplicaciones con
el único fin de que el usuario descargue desde otros sitios. Procurar siempre
el uso de los sitios oficiales, en el caso de Android desde la Google Play
Store, o en Apple la Apple Store. Se debe saber reconocer para qué es la
aplicación que está instalando y sospechar, si se le pide acceso al listín telefónico,
al control de llamadas y mensajes o a la galería de imágenes, ya que pueden no
ser legítimas y lo que buscan es robar información”, acotó De Gouveia.
El especialista en seguridad informática destacó que
en ESET se han detectado aplicaciones que pretenden el robo de información de
los dispositivos, aun estando en los repositorios autorizados. Algunas
aplicaciones fraudulentas han demostrado el envío de mensajería de texto sin
que el usuario se entere, a números Premium los cuales tiene un costo por recibirlos,
con el fin de robar el saldo de su cuota mensual.
Otra forma de fraude detectada por los especialistas
en soluciones antimalware ha sido mediante el ransomware, un tipo de ataque
basado en el secuestro de información, en donde el atacante cifra información
confidencial e importante del usuario en el dispositivo, para luego pedir
rescate por la devolución de la misma.
“Para proteger la información almacenada y de los
recursos de los dispositivos, la recomendación que nunca puede faltar es el uso
de una solución antivirus, la cual podrá ayudar a detectar las aplicaciones
peligrosas, así como el resto de las amenazas que puedan llegar por cualquier
otra vía de comunicación”, explicó De Gouveia.