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martes, 12 de mayo de 2015

NEPAL: “Algunos edificios que ya tenían daños se han terminado de caer”

El segundo terremoto de Nepal en menos de tres semanas ha castigado a un país ya destrozado por el anterior seísmo, el del 25 de abril. “Hay mucha gente en la calle. Nadie quiere volver al interior de las casas. Todo el mundo está muy nervioso. Algunos edificios que ya tenían daños se han terminado de caer en Katmandú. No queda nadie dentro de las casas, la gente teme por su vida”, explica el periodista nepalí Narendra Raule por vía telefónica, desde el Hospital Civil de Katmandú, donde han comenzado a llegar algunos heridos.
Según Raule, los móviles funcionan de manera errática y las líneas de telefonía terrestre han dejado de funcionar por el momento. La Policía nepalí ha recomendado que los ciudadanos se comuniquen por SMS para no saturar las líneas. Zonas previamente afectadas, como la plaza Durbar de Katmandú, han quedado completamente cerradas al público.
En localidades como Bhaktapur, en las afueras de Katmandú y muy dañada por el terremoto anterior, se han caído varias viviendas y se ha perdido el suministro de electricidad debido a la caída de postes. La maestra Salina Bajcharya se encontraba en su oficina cuando ocurrió el nuevo movimiento, al que han sucedido al menos otras seis réplicas. “Salí corriendo. Ese edificio ya tenía grietas de antes. Varios de los edificios que ya estaban dañados se han caído, en otros se han caído ladrillos, tejas… Estamos todos muy nerviosos”.
La familia de Salina ya vivía refugiada en un templo, junto con otras 150 familias, desde el primer terremoto. Algunas ya comenzaban a sentirse seguras, dos semanas después del gran terremoto, y se habían atrevido a regresar a sus casas o a intentar recuperar algunos de sus enseres. “Los que se habían ido han vuelto, estamos de nuevo todos a cielo abierto”, cuenta.
Devendra Pokharel, un estudiante de español que trabaja en un restaurante en Katmandú, ha explicado, minutos después del temblor, que se ha tratado de un “terremoto muy fuerte pero más corto que el anterior”. “La gente tiene mucho miedo, aún no sabemos el alcance”, ha dicho.EL PAIS