La decisión de Grecia de cerrar su bolsa y sus bancos durante una semana y de imponer un control de capitales hacía caer este lunes los mercados de todo el mundo, un día antes del posible default del país.
Anticipando la medida, los ciudadanos griegos hicieron desde el fin de semana largas colas ante los cajeros automáticos para retirar dinero en efectivo.
Desde este lunes y hasta el lunes 6 de julio —un día después del referéndum convocado por el primer ministro sobre las propuestas de los acreedores— los bancos estarán cerrados y no se podrá retirar en los cajeros más de 60 euros (USD 65) diarios por tarjeta, exceptuados los turistas.
Sin embargo todavía hay esperanzas para evitar el peor de los escenarios posibles, el impago de Grecia, que tiene las arcas vacías y debe pagar el martes 1.500 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente francés François Hollande afirmó este lunes que Francia está “disponible” para reiniciar las negociaciones entre Grecia y sus acreedores. “Hoy sigue habiendo posibilidades de un acuerdo” pero a partir del domingo 5 de julio “dependerá de la respuesta de los griegos en el referéndum”, agregó.
También el ministro español de Economía, Luis de Guindos, consideró este lunes que Grecia y sus acreedores pueden aún alcanzar un acuerdo antes del martes por la noche, fecha en que expira el actual programa de ayuda para Atenas.
“Todavía queda tiempo, el segundo programa de Grecia vence al final del martes, es decir todavía tenemos 48 horas y creo que todavía puede haber negociaciones”, declaró el ministro en la radio pública española RNE.
Por su parte el comisario europeo de Asuntos Económicos Pierre Moscovici dijo que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker iba a hacer este lunes nuevas propuestas para intentar evitar la salida de Grecia de la zona euro. Sin embargo un portavoz de Juncker matizó poco después esta información.
“Falta de liquidez”
El primer ministro griego Alexis Tsipras justificó el control de capitales por el “carácter de extrema urgencia y la necesidad imprevista de proteger el sistema financiero y la economía griegas ante la falta de liquidez provocada por la decisión del Eurogrupo”, que decidió no ampliar el plan de ayuda a Grecia.
La Comisión Europea —uno de los acreedores de Atenas, junto al FMI y el Banco Central Europeo— aseguró en un comunicado que estas restricciones temporales de movimiento de capitales están “justificadas para “mantener la estabilidad financiera” en Grecia.
La liquidez en Grecia depende en buena parte del Banco Central Europeo (BCE), que el domingo decidió mantener abierto su programa de emergencia de asistencia financiera a los bancos griegos, y por extensión al propio Estado heleno, cuando se temía que les cortara el oxigeno.
Incluso antes de que el gobierno confirmara el corralito, los ciudadanos se lanzaron a una frenética búsqueda de cajeros con dinero.
“Lo he intentado en varios cajeros, 5, 6, 8, 10…”, dijo a la AFP Voula, una ciudadana griega,antes del anuncio. “Estoy preocupada, triste y enfadada con el gobierno. Los odio”.
Fuera de Grecia también crece la preocupación. Varios países, entre ellos Alemania y Holanda, aconsejaron a sus ciudadanos que lleven suficiente dinero en metálico si viajan a Grecia.
El domingo el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, divulgó el domingo la propuesta de los acreedores “para informar al pueblo griego” antes del referéndum del 5 de julio. Juncker tiene previsto comparecer ante la prensa este lunes a las 10H45 GMT.
Asimismo, altos funcionarios del G7 analizaron el domingo la crisis de Grecia y la situación en la zona euro, confirmó una fuente canadiense. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional aseguró que sigue preparado “a ofrecer su ayuda”.afp