Microsoft dio hoy un pequeño pero significativo paso atrás que marcará el futuro inmediato de su consola Xbox One, al permitir la compatibilidad de los juegos de su modelo anterior, Xbox 360, con su dispositivo de última generación.
El anuncio, aunque escasamente vanguardista, resulta trascendente para el sector del videojuego y está llamado a impulsar comercialmente a Xbox One, cuyas ventas (10 millones de unidades) están lejos de las de su gran rival, PlayStation 4 (más de 22 millones), que ya ofrecía esa opción.
El responsable de la división Xbox en Microsoft, Phil Spencer, fue el encargado de dar la noticia en el auditorio Galen Center de Los Ángeles, lleno a rebosar para la tradicional presentación de Xbox en la víspera de la feria del videojuego E3, y la atronadora ovación midió en decibelios el alcance de la medida.
El asunto de la incompatibilidad de los juegos era una losa que pesaba sobre Xbox One desde su debut en noviembre de 2013, y los usuarios habían dado amplia constancia de eso en mensajes dirigidos a Microsoft que, confirmó hoy Spencer, empezó a trabajar el año pasado para dar con una solución.
De cara a las próximas Navidades, habrá ya 100 títulos de Xbox 360, a los que se sumarán otros centenares en los meses siguientes, que podrán disfrutar sin coste en Xbox One, y con las prestaciones de esa consola, quienes ya hubieran comprado los juegos para 360.
Cobra de esa manera, si cabe, más sentido el mensaje repetido por Microsoft durante los últimos días, y reiterado hoy en varias ocasiones, respecto a que este año llega a E3 con “el mejor catálogo de juegos” de su historia.
La decisión estratégica se entiende mejor si se compara la popularidad de Xbox 360 frente a la de Xbox One.
Hasta la fecha, se han comercializado 80 millones de consolas 360, pero apenas 10 del último modelo, lo que indica que muchos jugadores que confiaron en el primer dispositivo han considerado que las ventajas del nuevo no eran suficientes para realizar la inversión en el nuevo hardware, o que eran más las desventajas.
Resuelta la barrera de la migración de los juegos es de esperar que las ventas de Xbox One se aceleren de cara a la segunda mitad del año, en la que además debutarán en exclusiva para esta consola “Halo 5: Guardians”, “Forza Motorsport 6″, “Rise of the Tomb Raider” y la reedición de “Gears of War”.
A esto se suma otro incentivo de Microsoft para usuarios de Xbox One, la plataforma “Xbox Game Preview”, que fue estrenada hoy y que da acceso a títulos en desarrollo entre los que están, inicialmente, “The Long Dark”, “Shelter” y “Day Z”.
Esta cuestión de los juegos relegó a un segundo plano la primera demostración del uso del sistema de realidad aumentada HoloLens, desvelado en enero, y que hoy dio muestras de su potencial con el juego “Minecraft”.
En el escenario del Galen Center, Microsoft enseñó cómo sus gafas permitían a un usuario manejar en diferentes superficies (una pared y una mesa) un modelo tridimensional del mundo de “Minecraft”, un momento que parecía sacado de una película de ciencia ficción, si bien no dieron detalles sobre la disponibilidad de esta tecnología.
Las HoloLens fueron prioridad para Microsoft, que solo mencionó de pasada su acuerdo con Oculus VR conocido la semana pasada para llevar Xbox One al terreno de la realidad virtual.
La empresa sí sacará al mercado este año un mando nuevo, más preciso y resistente, con más opciones de control y personalizable, aunque no reveló su precio.
En 2016, Xbox One contará con una nueva secuela de “Gears of War” (“Gears 4″), título del que se pudo ver hoy un adelanto, así como una nueva franquicia futurista llamada “ReCore”, “Dark Souls III”, “Sea of Thieves”, entre otros.
La feria E3, la cita anual más importante del sector del videojuego, abrirá sus puertas oficialmente este martes en el Centro de Convenciones de Los Ángeles.
Fuente: EFE