Este viernes, las fuerzas federales mexicanasarrestaron a uno de los presuntos líderes del cártel de Guerreros Unidos y al alcalde del municipio de Cocula, donde se encuentra el vertedero en el que fueron supuestamente quemados 43 estudiantes desaparecidos en septiembre de 2014.
El operativo fue realizado la noche del jueves por personal de la Secretaría de la Defensa y la Policía Federal, dijo una fuente del Gobierno sin precisar el lugar en el que se llevó a cabo, que si bien los medios locales aseguran que fue en Cuernavaca, capital del central estado de Morelos.
Además de Adán Zenen Casarrubias, el narcotraficante, y Erick Ulises Ramírez, el alcalde, fue detenido Eloy Flores Cantú, quien se “identificó como asesor jurídico del grupo parlamentario delPartido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) en la Cámara de Diputados”, detalló la fuente.
Tras estas detenciones, el PRD expresó su respaldo a las autoridades federales en el combate al crimen organizado, al tiempo que pidió a la Fiscalía “una investigación objetiva exhaustiva e imparcial sobre las presuntas responsabilidades de los detenidos”.
El presidente del partido, Carlos Navarrete, destacó la necesidad de que se “cumpla el principio de presunción de inocencia y los derechos procesales constitucionales”.
Recordó que en abril el PRD puso a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) los expedientes de todos los candidatos a cargos de elección popular en Guerrero para que fuesen investigados, y no tuvieron información sobre antecedentes o indicios que impidieran la postulación del alcalde de Cocula.
Sobre Flores Cantú, el grupo parlamentario del PRD indicó en un comunicado que “no hay ningún registro que vincule a este hombre” con esa fracción ni con algún diputado en particular.
Los arrestados tenían en su poder un arma larga, una corta y un paquete con polvo blanco con características de cocaína, objetos que fueron decomisados.
Zenen Casarrubias, alias el “Tomate”, es hermano de Sidronio Casarrubias, líder del cártel de Guerreros Unidos detenido hace un año por su presunta participación en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en el estado sureño de Guerrero, el 26 de septiembre de 2014.
La captura de Sidronio Casarrubias fue clave para descubrir la infiltración del crimen organizado en la alcaldía de Iguala, que recibía del cártel más de 150.000 dólares mensuales, además de mantener controlada a la policía de ese y del vecino municipio de Cocula.
Según las investigaciones de la PGR, la noche del 26 de septiembre pasado policías de Iguala y Cocula detuvieron a los 43 jóvenes de Ayotzinapa y los entregaron a Guerreros Unidos.
De acuerdo con el testimonio de varios detenidos en este caso, Sidronio ordenó hacer desaparecer a los jóvenes para defender su territorio, al creer que se trataban de integrantes de Los Rojos, el grupo delictivo rival.
Los estudiantes fueron asesinados e incinerados en un basurero de Cocula, según la versión de la Fiscalía presentada a principios de este año y cuestionada en septiembre pasado por un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) que estudia el caso desde marzo pasado.
Ramírez, del izquierdista PRD, asumió la presidencia municipal de Cocula el 30 de septiembre pasado.
Las autoridades mexicanas han detenido a más de un centenar de personas, entre miembros de Guerreros Unidos y funcionarios corruptos, pero aún falta figuras clave en lo ocurrido el 26 de septiembre de 2014, como el entonces secretario de Seguridad de Iguala, Felipe Flores.
La Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) ofreció el 6 de octubre pasado recompensas de entre 2,5 millones de pesos (unos 149.000 dólares) y 1,5 millones de pesos (unos 89.605 dólares) por información que permita detener a Flores y cuatro implicados más.
Entre ellos están José Ángel Casarrubias, alias “el Mochomo” y hermano de Sidronio y Adán Zenen, así como José Ulises Bernabé García, juez calificador que estaba de turno la noche del 26 de septiembre de 2014.
Guerreros Unidos es una organización criminal que surgió en 2011 como una escisión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva que opera en varias ciudades de los estados de Guerrero y Morelos.
Con información de EFE