A través de los telescopios Swift y NuStar, la Nasa logró observar el momento en el que se produce una erupción gigante de luz de rayos X.
La observación de estos agujeros negros ayudará a los científicos a estudiar mejor los objetos espaciales. Descubriendo que el misterio de su brillo se debe a la eyección de su corona.
“Es la primera vez que hemos sido capaces de vincular la eyección de la corona con un resplandor. Esto nos ayudará a entender cómo los agujeros negros supermasivos alimentan algunos de los objetos más brillantes del universo”, explicó Dan Wilkins, de la Universidad de Saint Mary en Halifax, Canadá.
Con información de ActualidadRT