El alto ritmo de crecimiento que experimenta la economía española en el último año, tras pasarse casi un lustro en recesión, perdió algo de fuelle en verano. La primera estimación del Instituto Nacional de Estadística (INE) corrobora la que ya hiciera el Banco de España hace un mes, y sitúa el avance del PIB en el 0,8% respecto al trimestre anterior. Es una expansión algo más lenta que la registrada en el primer (0,9%) y segundo (1%) trimestres, pero es aún un ritmo de crecimiento notable, equiparable al que había antes de las crisis, en 2007.
En la la comparación anual, el PIB aumenta un 3,4% respecto al mismo periodo de 2014. Un dato que hizo al Banco de Españareafirmase en su pronóstico para el conjunto de 2015 (3,1%), sólo algo menos optimista que el del Gobierno (3,3%). Los últimos datos, sobre todo los condicionados por las perspectivas internacionales, en las que pesa el frenazo de China, apuntan a que es más factible el vaticinio del supervisor, compartido por los organismos internacionales.
En cualquier caso, la recuperación de la economía española, más tardía y desde niveles más bajos, doblaría en 2015 el ritmo de crecimiento previsto para la zona euro. La última previsión del FMIcoloca a España como la cuarta economía más pujante de la eurozona este año, detrás de Irlanda (4,8%), Luxemburgo (4,4%) y Eslovaquia (3,2%). El crecimiento que estima el INE es algo superior a lo que anticipaban los expertos de la Autoridad Fiscal o del servicio de estudios del BBVA (0,7%).
La nota publicada este viernes por el INE no da ninguna pista sobre las razones de la evolución económica más reciente, algo para lo que habrá que esperar a finales de noviembre, cuando se ofrezca una estimación definitiva. Pero las estadísticas parciales, como las del comercio, la venta de vehículos o el movimiento de mercancías en aduanas, apuntalan lo que anticipó el Banco de España: "Los indicadores disponibles apuntan a una leve pérdida de vigor en los distintos componentes del gasto”, aunque tanto el consumo privado como la inversión “mostraron un comportamiento favorable”.
La incógnita del sector exterior
El supervisor atribuyó la moderación del crecimiento a que el sector exterior restó algo más que en trimestres precedentes (0,3 puntos porcentuales), como consecuencia de que las importaciones de bienes y servicios habrían crecido a mayor ritmo que las exportaciones, algo que la contabilidad nacional empezará a aclarar dentro de un mes.
El Banco de España subraya también que “durante el verano el empleo habría atenuado su ritmo de expansión en mayor medida que la del producto, lo que habría dado lugar a un pequeño repunte de la productividad”. Aquí, sin embargo, la última entrega de la Encuesta de Población Activa (EPA) reflejó un aumento de la ocupación mayor que el apuntado por las afiliaciones de la Seguridad Social, que es el dato que manejaba el supervisor.
Según la EPA, en verano se crearon 182.200 empleos respecto al trimestre anterior, lo que desbordó la previsión de los analistas y multiplicó por tres lo registrado en la Seguridad Social entre julio y septiembre, cuando el incremento entre la media de afiliados del segundo trimestre y la media del tercero apenas fue de 66.600 personas. Con estos datos, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aventuró que 2015 acabaría con la creación de 600.000 puestos de trabajo a lo largo del año.EL PAIS