Las autoridades suecas actuaron de inmediato luego de que se reportara que un grupo de hombres con prominentes barbas levantaban una bandera negra en un remoto castillo.
Lo que en un inicio se pensaba que era una reunión de militantes del Estado Islámico era en realidad una sesión de fotos de un club de hombres con barba llamado "Bearded Villains".
Según contó Andreas Fransson a The Independent, la policía recibió una llamada de alguien que los vio mientras conducía. "Dijo que había terroristas del Estado Islámico en el castillo de Brahehus", comentó.
Las autoridades se dieron cuenta que la reunión solo se trataba de hombres aficionados a su vello facial, que lamentablemente tienen una bandera que es bastante fácil de confundir con la del grupo terrorista.