El estado de Texas (sur de EEUU) ejecutó hoy a Raphael Holiday, un hombre condenado a muerte por provocar un incendio en el que murieron tres niñas, entre ellas su hija, hace 15 años.
A Holiday, de raza negra y de 36 años, lo declararon muerto a las 20.30 hora local (02.30 GMT del jueves) tras recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville, según notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
La ejecución de Holiday había sido suspendida durante el día por un juez del condado de Madison, donde cometió el crimen, pero el Tribunal de Apelaciones Criminales de Texas autorizó al estado a proceder con ella.
Finalmente, Holiday fue ejecutado con dos horas y media de retraso.
Su caso se remonta al 21 v julio del 2000, cuando irrumpió en la vivienda de su expareja, Tami Wilkerson, obligó a su exsuegra, Tammy O’Bryant, a rociarla con gasolina y finalmente le prendió fuego con las tres niñas dentro.
En el incendio murió su hija Justice, de 18 meses, y dos niñas que Wilkerson había tenido de relaciones anteriores, Jasmine y Tierra, de 5 y 7 años, respectivamente.
Holiday tenía una orden de alejamiento de las niñas y de Wilkerson, quien lo había denunciado por abusar sexualmente de la pequeña Tierra.
El hoy ejecutado siempre defendió que el incendio fue un accidente ya que no era su intención prender fuego a la casa.
Un juez del condado de Madison había suspendido la ejecución horas antes al valorar que los abogados de oficio asignados al caso habían abandonado la defensa de su cliente.
Estos letrados, James Volberding y Seth Kretzer, no presentaron la habitual solicitud de clemencia ante el gobernador de Texas, Greg Abbott, al considerar que era un procedimiento que solo podía generar “falsas esperanzas” al reo.
Con Holiday, Texas ha ejecutado este año a 13 presos, la mitad de los 26 que han corrido con la misma suerte en todo el país.
Desde que el Tribunal Supremo reinstauró la pena de muerte en 1976, el estado sureño ha ejecutado a 531 presos.
Georgia, por su lado, ejecutará mañana al último reo del año en Estados Unidos.
Se trata de Marcus Johnson, que fue condenado por la violación y asesinato en 1994 de una mujer que acababa de conocer en un bar y recibirá una inyección letal a las 19.00 hora local (00.00 del viernes GMT) en la cárcel de Jackson.
Fuente: EFE