"Yo a esta altura creo que no se va a saber la verdad", lamentó la jueza Sandra Arroyo Salgado, exmujer del fallecido fiscal argentino Alberto Nisman, en una entrevista televisiva en la noche de este jueves, al cumplirse un año y un mes de su muerte, aún sin esclarecer.
Querellante particular en la causa que investiga el deceso, Arroyo Salgado volvió a incidir en la hipótesis del homicidio y criticó tanto a la jueza que encabeza la causa, Fabiana Palmaghini, como a la Fiscalía.
Para Arroyo Salgado, "el contexto de amenazas y las pruebas que están en el expediente", analizadas por los expertos de la querella, apuntan a la teoría que descarta el suicidio.
Sin embargo, la jueza sostuvo recientemente en público que dicha posición "es un pensar de los acusadores particulares teñidos de subjetividad", según reprodujo la exmujer de Nisman.
En opinión de Arroyo Salgado, la Justicia argentina tiene un "déficit" en materia de defender los intereses de las víctimas y aseguró que desde el Ministerio Público Fiscal han tratado a la familia como si fueran "los enemigos".
Las declaraciones de la jueza llegaron después de que ciudadanos, empleados judiciales y fiscales se concentraran ayer para recordar al fiscal, al cumplirse 13 meses de la muerte.
Nisman, quien se desempeñaba como procurador de la causa que investiga el atentado contra la mutualista judía AMIA que dejó 85 muertos en Buenos Aires en 1994, fue hallado sin vida en su domicilio, con un disparo en la sien, el 18 de enero de 2015.
Cuatro días antes, Nisman había denunciado a la entonces presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de terroristas, aunque la querella fue desestimada por la Justicia en mayo pasado.
Transcurrido ya más de un año desde su muerte, la investigación judicial sigue estancada y aún no ha determinado si el procurador se suicidó o si, tal y como sostiene su familia, fue asesinado. EFE