(AVN).- Los países no son transformados sólo con leyes, sino con la práctica de un valor esencial llamado solidaridad, destacó este domingo el escritor y poeta venezolano, Gustavo Pereira.
Indicó que las revoluciones del mundo siempre han hecho esfuerzos por convertir el valor de la solidaridad en un bien colectivo porque es la base para construir comunidad.
“Los países los transforman la gente virtuosa, la gente que practica virtudes y virtudes esenciales como la honestidad y la sensibilidad hacia el sufrimiento de los demás, con un valor esencial que se llama solidaridad, que todas las revoluciones del mundo que han sido, intentan convertirla en un bien colectivo también”, expresó.
Al hablar de la revolución y sus logros dijo que esta tiene su basamento en una visión del mundo en la que los seres humanos “dan de sí”.
“Se trata de una visión del mundo, se trata de estar en el mundo para hacer qué. Los seres humanos se dividen entre quienes sólo piensan en sí y los que dan de sí, la función del ser humano es dar de sí porque el ser humano no es un Robinson Crusoe (…) los seres humanos viven en comunidad y lo seguirán haciendo”, reflexionó.
Asimismo, Pereira, quien escribió el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, manifestó que “la palabra comunidad es la más hermosa” y recordó que los barrios de Medellín, en Colombia, están divididos en comunas, que aunque muy pobres, sobreviven gracias al espíritu de solidaridad.
Llamó a defender este espíritu del odio que por años ha inoculado la derecha nacional opuesta a la soberanía popular que se consolidó con la nueva Constitución Bolivariana de Venezuela en cuya redacción participó.
Para Pereira es necesario que el odio se deje de lado y que reine entre los venezolanos el espíritu de unión en medio de las diferencias.
“Hay que aprender las lecciones de la historia. Los sunitas y chiítas han vivido siempre en Irak (…) siempre vivían en común armonía hasta que llegó la invasión de los Estados Unidos y los conflictos religiosos fueron tomados como pretexto para dividir al pueblo iraquí y ocurrió lo que ocurrió, millones de muertos”, lamentó.
Dijo que dentro de la oposición venezolana aún hay gente tolerante y honesta, que ha sido acorralada dentro de sus mismas filas por defender valores de bien común y solidaridad.
“En su lugar, han ocupado la dirección de ese movimiento gente que no ha hecho sino sembrar odio desde el primer día, incluso desde la primera campaña electoral de Hugo Chávez”, aun así, destacó, “los venezolanos hemos podido superar todas las trampas que nos han tendido para matarnos unos a otros, para que Venezuela se bañe de sangre”.
Señaló que por la defensa de los principios de solidaridad y tolerancia, los venezolanos han soportado todos los ataques de la derecha en los últimos 17 años.
“No me atrevo ni a calificarla porque a veces es tan irracional, que parece que sobre los intereses colectivos, sobre los intereses del país, pusieran unos intereses bastardos sobre todas las cosas, incluyendo los suyos propios“, agregó el poeta Gustavo Pereira.
Al ser consultado sobre la actual coyuntura en el ámbito económico, dada por la baja en 80% de los precios del petróleo, el desabastecimiento y el contrabando de extracción de productos de primera necesidad, el poeta Gustavo Pereira enfatizó en la necesidad de enfrentar la crisis circunstancial con la verdad.
“La autenticidad de un revolucionario, la autenticidad de una revolución, es reconocer honestamente los errores que cometemos, eso no creo que sustraiga a nadie de sus principios ni de las verdades (…) Cada vez que se habla con la verdad en la mano y se dice lo que está ocurriendo, todo el mundo está en capacidad de entender y comprender”, expuso.
Por otra parte, este domingo Pereira reiteró su denuncia de la contaminación que sigue produciendo la fábrica de cemento de Pertigalete en el estado Anzoátegui, por el polvillo que emana hacia localidades como Guanta y que incluso llega a Puerto La Cruz.
“Las fábricas tiene unas fallas estructurales. Esa fábrica hay que cerrarla (…) Yo creo que el cemento puede ser sustituido, una vida humana no”, aseveró.AVN
