A seis semanas del fin de las primarias presidenciales
estadounidenses, cinco estados votaban este martes, con la demócrata
Hillary Clinton buscando dar el golpe de gracia y el republicano Donald
Trump confiado de contrarrestar una inusual alianza de sus rivales en su
contra.
Los electores de Connecticut abrieron la jornada a las 06H00 locales
(10H00 GMT), pero millones más votan en Delaware, Maryland, Rhode Island
y Pennsylvania. Todos los centros de votación cerrarán a las 20H00
locales (00H00 GMT del miércoles).
Matemáticamente será imposible para Clinton y Trump sobrepasar el
martes la mayoría necesaria de delegados para obtener la investidura de
sus partidos.
Pero el gran número de delegados en juego debería acercarlos a su meta.
Favorita en todas las contiendas, según los sondeos, Clinton podría
dar un golpe fulminante a su rival, el senador Bernie Sanders, ampliando
aún más su ya inalcanzable ventaja y quedar más cerca de la nominación
demócrata, un paso monumental en su cruzada por ser la primera mujer
presidente de Estados Unidos.
"Vamos a trabajar muy duro hasta que las urnas cierren", dijo la exprimera dama, este lunes
Trump también cortejaba los estados en disputa en su intento por
acercarse a los 1.237 delegados necesarios para garantizar la nominación
en la convención republicana, del 18 al 21 de julio en Cleveland.
Para sus dos rivales, Ted Cruz y John Kasich, la única estrategia es
detener a toda costa al magnate inmobiliario antes de ese umbral
fatídico, con el fin de provocar un escenario no visto desde 1976: una
convención "abierta", en la cual los delegados deberán votar, tantas
veces como sea necesario, hasta alcanzar una mayoría absoluta AFP