La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, hizo énfasis este sábado en que el Gobierno del presidente interino, Michel Temer, es "provisional" e "ilegítimo".
"El carácter provisional (de Temer) es importantísimo. El proceso es un golpe. Es provisional, porque es ilegítimo, porque no es producto de la elección directa, no es producto del deseo popular", señaló Rousseff en su primera aparición pública desde que fue separada del cargo para enfrentar en el Senado un juicio político.
Durante un encuentro con blogueros y los llamados"'activistas digitales", la mandataria indicó que el "pueblo" que votó por ella "no quería este programa de Gobierno que está siendo implantado. Es un retroceso", porque "no tiene legitimidad en las urnas".
Además, Rousseff criticó que "este Gobierno está batiendo el récord de desmentidos. Un día dice una cosa y al día siguiente desmiente lo que dijeron. Pero dejan la sospecha de que aquello que desmintieron es en lo que realmente creen", refiriéndose a la cobertura del sistema público de salud y de los programas sociales.
Nuevas medidas
Los cambios en la política externa, en el comando de la empresa estatal de comunicaciones EBC, la extinción del Ministerio de Cultura y de las secretarías especiales de Derechos Humanos, de Igualdad Racial y de Políticas para las Mujeres también fueron objeto de crítica de Rousseff,
El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, separado del cargo por sospecha de corrupción y quien lideró el proceso para la apertura del juicio en contra de la jefa de Estado tampoco escapó a las críticas.
Poco antes del encuentro, Rousseff fue arropada literalmente por activistas que se congregaron en una plaza pública de su natal Belo Horizonte y a los que les pidió resistencia para evitar que la democracia "sea herida".
Horas antes de encabezar la protesta, Rousseff utilizó las redes sociales para denunciar que la reforma que propone Temer "desmontará" y provocará un "daño enorme" en el sistema de pensiones.
"Ellos hicieron un daño enorme en el sistema, acabaron con el Ministerio de Previdencia. Eso es absurdo. Es un patrimonio de los trabajadores brasileños, un patrimonio de la sociedad".
El exvicepresidente de Rousseff asumió la Presidencia de Brasil de forma interina por un plazo máximo de 180 días, mientras el Senado decide si exonera a la mandataria y le permite volver al cargo o es finalmente destituida, en cuyo caso Temer concluiría su interinato y podría terminar el mandato, que expira el 1 de enero de 2019. EFE