En Venezuela una hamburguesa cuesta 1.700 bolívares, el equivalente a 170 dólares al cambio oficial de 10 bolívares por dólar.
Ningún comerciante pone precios tomando como referencia la tasa oficial, sino la del mercado negro, en el que un dólar se cambia por 1.000 bolívares. Pero también para los venezolanos que ganan en bolívares, las cosas son increíblemente caras debido a la "hiperinflación".
Mientras que una noche de hotel cuesta 69.000 bolívares, lo que equivale a 6.900 dólares.
Esto significa que incluso para la clase media, una hamburguesa o una noche de hotel están fuera de su alcance.
"Todo el mundo está bajando. No podemos respirar", dijo a AFP Michael Leal, de 34 años y gerente de una óptica.
Tiendas clausuradas
En Chacao, un grupo de oficinistas hace fila frente a una tienda de víveres para comprar el almuerzo más barato posible. A su alrededor, los restaurantes están vacíos. Pero una mirada un poco más atenta descubre un profundo malestar económico.
Muchas tiendas, especialmente de productos electrónicos, bajaron sus cortinas.
"Esto es horrible ahora", indicó Marta González, de 69 años y dueña de una tienda de productos de belleza.
"No hay compras, solo compran comida", añadió la mujer al tiempo que atiende a un cliente que paga con tarjeta de débito un par de afeitadoras desechables.
Un cartel pegado en la caja registradora indica "No aceptamos tarjetas de crédito".
Adquirir productos
"Hacemos esto todas las semanas. No sabemos qué vamos a poder comprar", dice Kevin Jaimes, vendedor de autopartes de 21 años que espera junto a su familia. "Lo difícil es cuando hay una cola gigante y todo está agotado antes de llegar", acotó
Cuando no se logra adquirir los productos de precio regulado en los comercios, la única alternativa es acudir a los revendedores en el mercado informal, que los ofrecen cien veces más caros.
Jaimes vive con su familia, integrada por un total de siete personas, y trata de arreglárselas con un salario de 35.000 bolívares mensuales, en realidad unos 35 dólares.
Visita al cine
Jaimes aseguró que es "demasiado poco" como para que pueda siquiera plantearse ir una vez al cine de un centro comercial, donde la entrada cuesta 8.800 bolívares.
Si consiguiese algún modo para entrar al cine, la cartelera ofrece las mismas películas que se exhiben en Estados Unidos: "Capitán América: civil war", "El libro de la selva" y "Angry Birds, la película".
No obstante, una ida al cine y una bolsa de palomitas de maíz "son lujos que muy difícilmente pueden permitirse los venezolanos por estos días":AFP