Bancos españoles rechazan ayuda, pero exigen más reformas económicas

Los bancos españoles descartan la necesidad de ayuda europea pero instan a profundizar las reformas económicas, en momentos en que el país intenta distanciarse de la crisis irlandesa.
"España por supuesto que se salvará del rescate. Ni se nos ocurre pensar que España vaya a necesitar un rescate", aseguró este jueves el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, durante un coloquio organizado por la IESE Business School en Madrid.
Irlanda es un caso especial con problemas que se solucionarán y no debería utilizarse como un ejemplo de lo que puede pasar en otros países de la zona euro, añadió.
"Esperemos que se contenga ahí. No creo que Irlanda sea paradigma de lo que vaya a pasar en el resto (de países). Europa tiene una potencia extraordinaria e Irlanda es un país relativamente pequeño", aseguró el presidente de AEB.
Martín se unió así al gobierno español, que en los últimos días no ha dejado de multiplicar sus mensajes de tranquilidad asegurando que España no será víctima de un efecto de contagio de la situación irlandesa, tras haber sufrido los coletazos del plan de rescate a Grecia en la primavera pasada.
"Lo descarto (un efecto contagio). Con los datos que tenemos en la mano, lo descarto absolutamente", afirmaba el pasado lunes en una entrevista la ministra de Economía Elena Salgado, que se ha hecho omnipresente en los medios para tratar de calmar a los mercados, cuya temor ha elevado la deuda soberana española a máximos históricos.
"Tenemos un compromiso de reducción del déficit que estamos cumpliendo, tenemos unos ingresos que se están ajustando a lo que hemos presupuestado, tenemos un sector financiero que se ha demostrado sólido, que lo sigue siendo, que está en un proceso de reforma acelerada, que va a hacer que incluso se concentren entidades más fuertes y más solventes, si cabe", añadió Salgado.

Pero los expertos apuntan a las debilidades de su economía, con un crecimiento nulo, una tasa de desempleo del 20% (la mayor de la zona euro) y unas reformas consideradas todavía insuficientes para alcanzar el objetivo de reducción de déficit.