En una entrevista publicada hoy por "Le Parisien", la esposa del jefe del Estado francés, Nicolas Sarkozy, comentó que quiere "darle sentido a la función de primera dama", que pasa por ayudar "a los más desfavorecidos".
"En mi situación, es difícil tener un papel político. A través del trabajo humanitario puedo ayudar a los otros, sin encontrarme en una situación de antagonismo", explicó Bruni, que comentó que desde su posición, se tiene "una influencia" que debe ponerse "al servicio de la gente", como hicieron "otras primeras damas francesas".
Bruni, que también colabora activamente como embajadora del Fondo Mundial de la Lucha contra el sida, la tuberculosis y el paludismo, dijo que cuando termine el mandato de su marido, le gustaría que se dijera que ha hecho cosas útiles y no solo teatro como acompañante".
Carla Bruni, que en el pasado ha reconocido ser simpatizante de izquierdas, evitó hablar de las próximas elecciones presidenciales en Francia, previstas para 2012 porque es "muy difícil, muy personal" y se limitó a asegurar que seguirá a su marido "haga lo que haga
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