La XX Cumbre Iberoamericana respaldó la posición argentina en el caso de las Islas Malvinas y reclamó reanudar las negociaciones tendientes a encontrar una solución a la disputa de soberanía sobre ese archipiélago.
Una declaración especial aprobada por los mandatarios planteó que las acciones unilaterales de exploración y explotación de recursos renovables y no renovables realizadas por el Reino Unido en ese territorio en nada contribuyen a alcanzar la solución a la disputa existente.
Los participantes en la Cumbre destacaron la permanente vocación al diálogo demostrada por Argentina y consideraron que la realización de ejercicios militares también por parte del Reino Unido vulnera resoluciones de la Organización de Naciones Unidas.
Además, añadieron, se contrapone al cabal cumplimiento de las normas sobre seguridad de la Organización Marítima Internacional y es incompatible con la política de apego a la búsqueda de una solución por la vía pacífica de la controversia territorial.
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