Un estudio de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos y publicado en la revista “Chemical Research in Toxicology” señala que el humo de los cigarrillos comienza a producir daños genéticos en los siguientes minutos a la inhalación en los pulmones.
Los científicos del estudio, apuntan que el cáncer de pulmón es el responsable de la desaparición diaria de 3.000 vidas en todo el mundo a consecuencia del tabaquismo, que se vincula con al menos 18 tipos de cáncer.
Este avance sostiene que el tabaco contiene sustancias dañinas denominadas hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), principales culpables del cáncer de pulmón. Sin embargo, aún no se había determinado la forma en la que los HAP causan los daños en el ADN humano.
El “fenantreno”, un HAP marcado, añadido a los cigarrillos por los científicos, fue puesto a prueba en 12 voluntarios que fumaban. Durante el estudio se descubrió que este HAP forma rápidamente una sustancia tóxica en la sangre conocida por arrasar el ADN, causando mutaciones que pueden causar cáncer.
Los resultados fueron sorprendentes: los fumadores desarrollaron los niveles máximos de la sustancia entre 15 y 30 minutos después de que dejaran de fumar; el efecto es tan rápido que es equivalente a de inyectar una sustancia directamente a la sangre, concluyen los investigadores.
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