De esta manera rindió homenaje al presidente saliente, a quien denominó como el mayor
líder popular que ha tenido Brasil.
"La voluntad de cambio de nuestro pueblo llevó a un obrero a la presidencia de Brasil. Su esfuerzo, su dedicación y su nombre ya están grabados en el corazón del pueblo, lugar más sagrado de nuestra nación", manifestó.
Indicó que hoy el presidente Lula deja el gobierno después de 8 años período, en el cual lideró las más importantes transformaciones en la vida del país, al tiempo que rindió tributo al vicepresidente saliente, José Alentar, a quien calificó de "incansable luchador ejemplo de valentía y amor a la vida".
Recalcó que el proceso de cambios que ha vivido Brasil "permitió que ustedes, el pueblo brasileño; tuvieran una nueva osadía, colocar por primera vez a una mujer en la Presidencia".
"El valor de la mujer valoriza nuestra democracia (...) Quiero honrar a la mujer, gobernar para los más necesitados y respetar la crítica, esto mueve la democracia", expresó Rousseff.
Manifestó que su gestión estará abierta para todos los brasileños. "Yo trabajaré para que estemos más unidos que nunca, por los cambios que sean necesarios, la educación, la salud, la seguridad y, principalmente, para acabar con la pobreza, con la miseria".
"No le pido a nadie que abandone sus convicciones, sólo busco el apoyo y respeto (...) No cargo rencor y resentimiento, mi generación vino a la política en búsqueda de la libertad", añadió.
Rousseff indicó que "es la hora de trabajar unidos, todos por la educación de los niños, de los jóvenes, por la salud para todos y la seguridad de nuestra comunidades".
Finalmente, la jefa de Estado se comprometió con poner todo su empeño y dedicación para hacer que las transformaciones continúen y se expandan por todo el territorio y pueblo brasileño.
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