La Policía de la ciudad colombiana de Cúcuta ordenó hoy una investigación para establecer quién permitió el ingreso del cadáver de un joven al estadio donde se jugó el domingo un partido por la liga local de fútbol entre el Cúcuta Deportivo y el Envigado.
La presencia del féretro con el cadáver del joven Christopher Jácome causó malestar a muchas personas que acudieron al estadio General Santander para observar el partido por la octava fecha del Torneo Apertura, que terminó empatado 1-1.
Miembros de la “barra brava” del Cúcuta decidieron entrar el cadáver como un homenaje a Jácome, de 17 años, quien era integrante de ese grupo y fue asesinado el sábado.
Jácome fue acribillado por sicarios cuando jugaba un partido de fútbol sala en un parque de un sector populoso de Cúcuta, cerca de la frontera con Venezuela.
Según el diario “La Opinión” de Cúcuta, los líderes de la “Barra del Indio” llegaron a la funeraria donde se realizaba la velatorio y se llevaron el cadáver para que fuera “por última vez al estadio”.
El comandante de la Policía en Cúcuta, coronel Álvaro Pico, calificó lo sucedido como “un desafortunado incidente” y dijo que ya se logró identificar a algunas personas que se llevaron el cadáver de la funeraria.
Por su parte, el médico del Cúcuta Deportivo, Julio Rivera, se mostró “perplejo” porque mientras las autoridades anuncian severos controles en los estadios para evitar la violencia de las “barras bravas”, los hinchas logran ingresar un muerto a las tribunas.
“No dejan entrar a las ‘barras’ pero sí a un cadáver. Esta es la única parte del mundo donde eso ha sucedido”, dijo.
DPA
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