El presidente Barack Obama dijo este lunes a los estadounidenses que sus acciones frenaron una “masacre” en Libia, pero advirtió que una campaña militar para derrocar a Muamar Gadafi podría repetir el baño de sangre y el sufrimiento de Irak.
Obama montó una firme defensa de su decisión de lanzar ataques aéreos e instaurar una zona de exclusión aérea como parte de una coalición internacional para proteger a los civiles, luego de que el tambaleante hombre fuerte del país árabe amenazara a su propio pueblo con un baño de sangre.
Justificó la operación como vital para defender los “intereses y valores” de Estados Unidos, rechazó reclamos de que había sido demasiado lento para actuar, y dejó en claro que el futuro papel de Estados Unidos sería limitado
AFP
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