El diputado Carlos Escarrá afirmó este martes en Washington que Venezuela está "en contra de cualquier intervención" extranjera y que, respecto a Libia, Estados Unidos "tiene la memoria corta o selectiva".
"Nosotros estamos en contra de cualquier intervención de cualquier Estado contra un pueblo", dijo Escarrá en un encuentro con periodistas.
"Nuestro problema no es si Gadafi es malo, nuestro problema es que un pueblo no puede ser bombardeado sencillamente por la voluntad de otro pueblo y menos por la voluntad de un pueblo que, con grandes problemas económicos pareciera encontrar en los perros de la guerra y la industria de la guerra la solución a problemas financieros", dijo Escarrá, en alusión a Estados Unidos.
Estados Unidos "se fue a una guerra sin consulta", algo que jamás haría el Gobierno del presidente Hugo Chávez, argumentó Escarrá.
"Venezuela jamás iría a una guerra sin autorización del parlamento... pensemos entonces dónde es que hay más concentración de poderes", aseguró Escarrá, miembro de la Dirección Nacional del Partido Unido Socialista de Venezuela (PSUV).
Escarrá se refirió a la presunta falta de consultas de la Administración Obama antes de lanzar la campaña de ataques aéreos contra Libia el pasado día 19, a la vez que defendió las relaciones de Caracas con el Gobierno de Trípoli, que ha sido objeto de críticas en Estados Unidos.
Por otra parte, señaló que EE.UU. "también tenía relaciones con Libia" pero que, ahora, tiene "la memoria corta o selectiva".
"En su memoria corta o selectiva se acuerdan de la foto de Chávez con Gadafi, pero no se acuerdan la de Sarkozy con Gadafi, la de Berlusconi con Gadafi, la de los reyes de España con Gadafi, la de Obama con Gadafi", observó Escarrá, al enumerar también a varios líderes europeos.
Escarrá inició el lunes una visita a Washington para sostener reuniones con diversos líderes del Congreso y para participar en las audiencias sobre Venezuela ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Una de las audiencias analizará el impacto de la Ley Habilitante, aprobada por el parlamento venezolano en diciembre pasado, en los derechos humanos en Venezuela.
Escarrá consideró que dicha ley, que otorga a Chávez poderes especiales por 18 meses pero ha sido cuestionada por la oposición, "no es nada extraño, o excepcional" y que en décadas anteriores también se ha utilizado.
Por otra parte, Escarrá dijo que el punto muerto entre Washington y Caracas, respecto a sus respectivos embajadores "es un problema diplomático delicado".
"Es grave, es delicado. Pero es importante que Venezuela tenga un embajador", dijo Escarrá, al referirse al embajador venezolano, Bernardo Alvarez, cuya visa fue revocada por EE.UU. en diciembre pasado.
El Gobierno de EE.UU. dijo un mes después que continuará respaldando a Larry Palmer como próximo embajador estadounidense en Caracas, pese a las objeciones de Chávez.
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