Japón emprendió el sábado con las fuerzas armadas una enorme operación de rescate para atender a los damnificados de la devastadora combinación de un terremoto y tsunami que causaron cientos de muertes y convirtieron la costa nororiental en un páramo pantanoso, mientras las autoridades lidian con la posible fusión de un reactor nuclear.
El primer ministro Naoto Kan informó que 50.000 militares serán incorporados a las acciones de rescate y recuperación ante la calamidad provocada el viernes por un terremoto con una magnitud de 8,9 que desató uno de los peores desastres en Japón —un maremoto de siete metros (23 pies) de altura que penetró profundamente en tierra firme y a su paso destruyó poblados, aeropuertos y carreteras.
Las autoridades han informado de 574 muertos, aunque los medios de comunicación afirman que al menos 1.300 personas habrían fallecido. Según las cifras oficiales, hay también 586 desaparecidos y 1.105 heridos.
Además, la policía dijo que entre 200 y 300 cadáveres fueron encontrados sobre la costa de Sendai, la ciudad más grande en la zona cercana al epicentro del sismo. También, al parecer hay un número indeterminado de cadáveres sepultados entre escombros. Los socorristas no han llegado aún a las regiones más azotadas por el desastre.
Las secuelas se complican por el daño que tuvo la planta nuclear de electricidad en Daiichi en Fukushima, donde dos reactores se quedaron sin sus sistemas de enfriamiento. El sobrecalentamiento conlleva el riesgo de que se funda uno de los reactores, dijo Ryohei Shiomi, funcionario de la comisión nacional de seguridad nuclear.
Pero, consideró, si hubiera una fusión de reactor, no serían afectadas las personas fuera de un radio de 10 kilómetros (seis millas). La mayoría de los 51.000 habitantes asentados dentro de la zona de peligro ya fueron desalojados, afirmó.
Al menos 215.000 personas recibían atención en 1.350 albergues temporales en cinco prefecturas, o provincias, informó la agencia nacional de policía. Por el terremoto, al menos un millón de familias no tienen agua, y la mayoría están ubicadas en el noreste.
La región sigue siendo estremecida por réplicas, incluso 24 horas después.
Al menos 125 réplicas han ocurrido, y muchas con una magnitud superior a 6,0 que por si sola sería considerada fuerte.
El Servicio Geológico de Estados Unidos informó que un temblor fuerte ocurrió en el mar poco antes del mediodía en virtualmente el mismo lugar del terremoto del viernes, el más fuerte que ha sacudido a Japón desde que comenzó a llevar registros a finales del siglo XIX.
El terremoto fue considerado el quinto más fuerte en el mundo desde 1900, y fue casi 8.000 veces más intenso que el que devastó la ciudad de Christchurch en Nueva Zelanda el mes pasado, dijeron científicos.
El sector deportivo también resintió los efectos de la devastación. La liga japonesa anunció que 19 partidos de fútbol de primera división fueron postergados, mientras que los partidos de béisbol en Tokio, Chiba y Yokohama fueron cancelados. Una reunión de un comité especial que investiga el arreglo de las peleas de sumo fue igualmente postergada.
Sobre el monto general de los daños, el banco global de inversiones Jefferies International Limited calcula que las pérdidas totales se aproximarían a los 10.000 millones de dólares.
AP
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