La estratégica ciudad petrolera de Ajdabiya, en el este de Libia, cayó el sábado de mañana en poder de los rebeldes, una semana después del comienzo de la intervención militar de la coalición internacional contra las fuerzas del líder libio Muamar Gadafi.
Las posiciones de las tropas del régimen, atacadas el viernes por bombardeos aéreos, estaban desiertas y sólo quedaban tanques calcinados, luego de que huyeran hacia el oeste por la ruta costera.
Las fuerzas de Gadafi habían reconquistado Ajdabiya la semana pasada durante su ofensiva contra la rebelión, que dominaba el este del país desde hacía un mes, antes de atacar Bengasi. Pero la intervención militar de la coalición internacional, lanzada el 19 de marzo, frenó su avance.
Adjabiya es la primera ciudad reconquistada por los rebeldes desde el inicio de la ofensiva militar de los aliados.
"Los enfrentamientos fueron incesantes el viernes y todo se calmó hacia las 23H30 local (21H30 GMT). Y, a medianoche, los hombres de Gadafi se marcharon", declaró Omar Bashi, residente de Adjabiya.
"Los rebeldes entraron poco después en la ciudad y nos dijeron que los combates habían acabado. Era hora, teníamos solo arroz para comer desde hace varios días", añadió Bashi.
En esta urbe, que ahora está tranquila, se escuchaba el sonido de las bocinas de los automóviles de los insurgentes, que saludaban con la V de la victoria.
Las tropas leales al coronel Gadafi están a la "defensiva" y perseguidos por los rebeldes desde Adjabiya, declaró el sábado en Bengasi un portavoz de los insurrectos libios, Chamsiddin Abdulmolá.
"Ajdabiya está al cien por cien bajo el control de nuestras fuerzas y estamos persiguiendo a las fuerzas de Gadafi en la carretera hacia Brega, a 75 kilómetros hacia el oeste", declaró Abdulmolá en Bengasi, bastión de los rebeldes en el este del país.
"Las fuerzas de Gadafi están a la defensiva, puesto que no tienen más fuerza aérea ni armas pesadas", prosiguió.
Un otro portavoz, Ahmed Jalifa, indicó que nueve civiles murieron y otras nueve personas resultaron heridas en los combates de Ajdabiya.
Los cuerpos de al menos de 21 combatientes de las fuerzas leales al coronel Gadafi fueron recogidos en el desierto tras los ataques de la coalición, según una fuente médica.
Abdulmolá subrayó que los bombardeos "habían preparado el campo de batalla" para los rebeldes y afirmó que los oficiales y los soldados experimentados, que había desertado de sus cargos de las fuerzas armadas del dictador, tuvieron el jueves un papel importante en el asedio a Ajdabiya.
Estos militares coordinaron sus ataques con la coalición, al entrar en acción entre los bombardeos.
El régimen libio declaró el viernes estar dispuesto a aceptar una hoja de ruta, impulsada por la Unión Africana (UA), que propone un alto el fuego y el inicio de un diálogo entre libios con miras a una "transición" democrática.
Unos días antes de la cumbre prevista el martes en Londres, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció "una iniciativa franco-británica", que busca una salida política al conflicto "para mostrar que la solución no puede ser militar".
Italia, por su parte, presentará su propio plan durante el transcurso del encuentro.
Los Estados Unidos anunciaron haber lanzado 16 Tomahawks contra objetivos libios en las últimas 24 horas.
Los aviones de la coalición efectuaron 153 incursiones: 67 por cazabombarderos estadounidenses y 86 por los otros países participantes: Francia, Reino Unido, Canadá, Italia, España, Bélgica, Dinamarca y Qatar.
Según el vicealmirante estadounidense Bill Gortney, "Gadafi ya casi no tiene más dispositivos antiaéreos (...). Su aviación no puede volar, sus barcos se quedan en el puerto, sus depósitos de munición continúan siendo destruidos, las torres de comunicación cayeron y sus búnkers de comando están inutilizables".
En cuanto al mando de las operaciones, los países de la OTAN llegaron el jueves a un compromiso complicado: la alianza tomará el relevo de la coalición de inmediato para hacerse cargo de la zona de exclusión aérea, pero no llevará a cabo ataques contra objetivos terrestres.
El embajador ruso ante la OTAN, Dimitri Rogozin, señaló que toda intervención terrestre en Libia equivaldría a una ocupación del país y destacó que la operación militar debe ajustarse a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Las negociaciones seguirán el domingo para que la OTAN asuma la responsabilidad rápidamente.
El coronel Gadafi, en el poder desde hace 42 años, se enfrenta a una rebelión desde el 15 de febrero, que dejó centenares de muertos y empujó a más de 300.000 personas a abandonar sus casas.
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