El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió el sábado a demócratas y republicanos que acuerden un presupuesto que reduzca los gastos innecesarios, pero sin sacrificar las inversiones en educación, innovación e infraestructura, generadoras de empleo.
"Tenemos que unirnos, demócratas y republicanos, en la elaboración de un presupuesto a largo plazo que sacrifique los gastos innecesarios sin sacrificar inversiones que generan empleo", pidió el presidente en su mensaje radial semanal.
El comentario ocurre luego de que Obama firmara el miércoles una financiación provisional, propuesta por los republicanos, para costear las operaciones del gobierno hasta el 18 de marzo, a fin de ganar tiempo para negociar una solución para lo que queda del ejercicio presupuestario de 2011, que finaliza el 30 de septiembre.
La Casa Blanca y el Congreso deben alcanzar otro acuerdo o enfrentar la perspectiva de un cierre parcial de servicios gubernamentales ("shutdown").
La Cámara había aprobado, impulsado por los republicanos, un proyecto de ley que permitía la financiación del Estado federal hasta el fin del año fiscal pero con recortes de 61.000 millones de dólares. La drástica medida no convenció a los demócratas y tenía pocas opciones de ser aprobada en el Senado.
"Tenemos que unirnos, demócratas y republicanos, en la elaboración de un presupuesto a largo plazo que sacrifique los gastos innecesarios sin sacrificar inversiones que generan empleo", pidió el presidente en su mensaje radial semanal.
El comentario ocurre luego de que Obama firmara el miércoles una financiación provisional, propuesta por los republicanos, para costear las operaciones del gobierno hasta el 18 de marzo, a fin de ganar tiempo para negociar una solución para lo que queda del ejercicio presupuestario de 2011, que finaliza el 30 de septiembre.
La Casa Blanca y el Congreso deben alcanzar otro acuerdo o enfrentar la perspectiva de un cierre parcial de servicios gubernamentales ("shutdown").
La Cámara había aprobado, impulsado por los republicanos, un proyecto de ley que permitía la financiación del Estado federal hasta el fin del año fiscal pero con recortes de 61.000 millones de dólares. La drástica medida no convenció a los demócratas y tenía pocas opciones de ser aprobada en el Senado.
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