El Santo Sepulcro de Jerusalén, lugar donde la tradición sitúa la crucifixión de Jesús, albergó hoy la tradicional misa que celebra el regreso a la vida de Cristo.
Peregrinos y cristianos palestinos, tanto ortodoxos como católicos, participaron desde las 10:00 hora local (07:00 GMT) en la ceremonia, oficiada por el Patriarca Latino de Jerusalén y máximo representante de la Iglesia Católica en Tierra Santa, monseñor Michel Sabah.
La misa se caracteriza por los "aleluyas" y "hosanas" para celebrar la resurrección del Señor y una procesión solemne en el interior de la basílica hasta la Piedra de la Unción, donde permaneció el cuerpo de Jesús antes de recobrar la vida, según los Evangelios.
"Yo resucito y estoy contigo, !aleluya!", exclamó monseñor Sabah al concluir la misa, una frase que repiten los peregrinos en el Santo Sepulcro, ubicado en la ciudadela amurallada, en Jerusalén Este.
Mañana lunes finalizan las celebraciones de Semana Santa en la aldea palestina de El-Queibeh, el Emmaus bíblico, donde Jesús bendijo y repartió un pan a dos discípulos, según una creencia que data del siglo XIII.
El festejo en El-Queibeh, a once kilómetros de Jerusalén, será conducido por los franciscanos, que también bendecirán el pan y lo distribuirán entre los vecinos de la aldea, en su gran mayoría musulmanes que suelen participar en la fiesta.
En la procesión, los franciscanos, custodios de Tierra Santa, darán tres vueltas al lugar donde fue sepultado Cristo, al tiempo que los feligreses encenderán velas.
Peregrinos y cristianos palestinos, tanto ortodoxos como católicos, participaron desde las 10:00 hora local (07:00 GMT) en la ceremonia, oficiada por el Patriarca Latino de Jerusalén y máximo representante de la Iglesia Católica en Tierra Santa, monseñor Michel Sabah.
La misa se caracteriza por los "aleluyas" y "hosanas" para celebrar la resurrección del Señor y una procesión solemne en el interior de la basílica hasta la Piedra de la Unción, donde permaneció el cuerpo de Jesús antes de recobrar la vida, según los Evangelios.
"Yo resucito y estoy contigo, !aleluya!", exclamó monseñor Sabah al concluir la misa, una frase que repiten los peregrinos en el Santo Sepulcro, ubicado en la ciudadela amurallada, en Jerusalén Este.
Mañana lunes finalizan las celebraciones de Semana Santa en la aldea palestina de El-Queibeh, el Emmaus bíblico, donde Jesús bendijo y repartió un pan a dos discípulos, según una creencia que data del siglo XIII.
El festejo en El-Queibeh, a once kilómetros de Jerusalén, será conducido por los franciscanos, que también bendecirán el pan y lo distribuirán entre los vecinos de la aldea, en su gran mayoría musulmanes que suelen participar en la fiesta.
En la procesión, los franciscanos, custodios de Tierra Santa, darán tres vueltas al lugar donde fue sepultado Cristo, al tiempo que los feligreses encenderán velas.
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